Una de las organizaciones más emblemáticas en la historia de nuestra ciudad, la Asociación de Empleados de Guayaquil (AEG), que ha agrupado a visionarios compatriotas, celebra hoy el primer centenario de vida institucional.
Sus labores comenzaron el 15 de noviembre de 1903. La sesión pionera de la AEG implicó el primer paso de la organización clasista de la denominada clase media, y además el punto inicial de un provechoso anhelo de cooperación para la defensa de los intereses solidarios de este sector social.
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Y desde esa época, la institución emprendió jornadas sociales, educativas y culturales que la convirtieron en referente para otras entidades.
Sus dirigentes alentaron obras positivas y lograron para sus consocios y comunidad en general, servicios como biblioteca, colegio Alberto U. Ottati, comisariato y otros beneficios.
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Los gestores
Un grupo de 71 personajes vinculados con entidades comerciales de la ciudad se reunieron con Rómulo G. López, contador de la empresa Juan H. Kruger, en el salón del Teatro Olmedo.
El grupo aceptó la convocatoria hecha por José León, Virgilio Drouet y Víctor Castañeda, quienes ratificaron el motivo de la reunión y aceptaron nombrar el directorio provisional para la redacción de estatutos.
Así, el directorio fundador de la Asociación de Empleados de Guayaquil lo integraron Virgilio Drouet, presidente; Rómulo G. López, vicepresidente; José León, tesorero; José Espinoza, secretario; y Octavio A. Perdomo, prosecretario. Los vocales fueron Francisco J. Miranda, Víctor Castañeda, Eduardo Miranda, Enrique Cueva y Arístides Aráuz.
Entre sus ex presidentes constan recordados profesionales como Ezequiel Seminario, Adolfo Ignacio Pulley, Antonio Mata Martínez, Solón Ramírez Pérez, Efrén A. Barreto, Juan José Plaza, Gilberto G. Guzmán, Victoriano Franco Mora, Enrique Alarcón San Miguel, Miguel Vernaza Requena y muchos otros valiosos ciudadanos. Actualmente la entidad es presidida por el abogado Julio Leimberg.
La sede de la Asociación de Empleados de Guayaquil funciona en las calles Chiriboga y Boyacá, escenario de las jornadas clasistas, sociales y culturales que identifican a la institución.