Si nos atenemos a los documentos, estudios concienzudos de historiadores y el pronunciamiento oficial de la Municipalidad de Guayaquil, hoy recordamos 469 años de la fundación española de esta ciudad identificada en sus albores con la denominación de Santiago.
Al mariscal Diego de Almagro se debe la fundación de Santiago (posteriormente Santiago de Guayaquil) el sábado 15 de agosto de 1534 en las inmediaciones de Riobamba. Por factores geopolíticos y de otro orden, Santiago vino a ubicarse en su actual lugar donde está convertida en una de las ciudades más hermosas del país.
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A los traslados, reasentamientos y repoblamientos que experimentó la urbe el Cabildo guayaquileño los hace parte de lo que denomina ‘proceso fundacional’, iniciado en 1534. La teoría de que la ciudad fue fundada en una fecha como la de hoy de 1534 la enunció el Ing. Miguel Aspiazu Carbo; al cabo de algunos años de originar controversias algunos estudiosos corroboraron el sostenimiento de aquel personaje.
Empresario y filántropo
Roberto Illingworth Icaza nació el 15 de agosto de 1893 y destacó por sus dotes de civismo emprendedor en bien de nuestra urbe. Además de empresario desempeñó varias funciones públicas como jefe político del cantón, gobernador del Guayas y presidente de la Sociedad Bolivariana.
Perteneció a instituciones importantes como la Junta de Beneficencia de Guayaquil y Benemérita Sociedad Filantrópica del Guayas. Murió el 16 de febrero de 1938.
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Maestro y filósofo
Manuel de J. Real Murillo nació el 20 de diciembre de 1924. Desarrolló una fecunda labor educativa, literaria y periodística. Fue alumno de los colegios San José, Cristóbal Colón y Vicente Rocafuerte y de la Universidad de Guayaquil, donde estudió Jurisprudencia.
Ejerció el magisterio en las aulas vicentinas y del Aguirre Abad; asimismo, en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras del Alma Máter porteña. Cultivó la filosofía, colaboró en la revista Vistazo, mantuvo programas culturales por televisión y colaboró con algunos diarios y revistas.
El Gobierno ecuatoriano le concedió la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Comendador. Escribió el libro Rebelión contra el olvido; falleció el 15 de agosto de 1993, en esta ciudad.