Al ver a Geena Davis en persona, en el hotel Four Seasons de Beverly Hills, hay que reconocer lo grande que es. Mide casi 2 metros de altura y cualquiera se siente enano con solo pararse al lado de ella. Ya sentada, resulta más fácil hablarle a los ojos sin subir la vista en el intento. Y es grande en todo lo que hace: como modelo, fue muy reconocida; como actriz, fue premiada con un Oscar por la película Tootsie; como deportista, estuvo entre las finalistas para integrar el equipo olímpico de arquería de Estados Unidos. Ahora se dedica a ser la mejor mamá para su bebé. Para nada se nota que estuvo embarazada y asombra lo bien que se ve sin dietas especiales ni ejercicios.