Un estudio en 17 planteles reveló que el 37% de los menores falla en la atención y el aprendizaje.

Seiscientos alumnos de 17 escuelas de Guayaquil enfrentan problemas psicológicos y de aprendizaje, reveló un estudio realizado por especialistas en Psicología Clínica del Área de Salud Nº 7.

De una población estudiantil de 1.600 niños de entre 4 y 8 años sometidos a exámenes de destrezas, habilidades motrices y de pensamiento, se detectó que el 37% (600) tiene deficiencias en atención, es hiperactivo e inmaduro respecto de su edad.

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“Hay niños de 5 años, pero se desenvuelven como si tuvieran 2, fallan en la coordinación visual y motriz y demuestran tedio, miedo, angustia o fatiga”, precisó María Rosa Zúñiga, directora de la escuela San Francisco de Quito (avenida Quito y Pedro Pablo Gómez).

En este plantel se encuentran alrededor de cien alumnos de entre los 600 con dificultades en el aprendizaje, reveló Inés Carpio, psicóloga del área de Salud Nº 7.

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Las escuelas más afectadas son República de México, Vicente Rocafuerte y Pedro Vicente Maldonado.

“Los niños enfrentan trastornos de ansiedad, angustia y comportamiento alterado causados por conflictos familiares”, explicó Carpio.

Las secuelas de la migración también incidieron en las encuestas escolares, pues en los niños con padres en el exterior las dificultades son más profundas.

La falta de supervisión de las tareas en el hogar y la escasa estimulación motriz durante los primeros cinco años de vida constituyen otras causas de la problemática.

Los profesionales del Centro de Salud Nº 4 realizarán este mes nuevas encuestas psicológicas en 22 planteles del área para determinar la situación mental del resto de infantes del sector.

Carpio explicó que los menores con problemas emocionales y de estimulación recibirán apoyo en centros de atención especializada como el Innfa (Instituto Nacional del Niño y la Familia) o Serli (Sociedad Ecuatoriana pro- Rehabilitación de Lisiados).

En los casos en que los niños requieran estimulación y supervisión de las tareas en el hogar, los especialistas del centro médico darán capacitación a los padres de familia.

“La mayoría de niños no está apto para desarrollar sus habilidades cuando va a la escuela, nosotros no podemos ayudarles a todos, porque nos faltan psicólogos”, indicó Carpio al pedir que los padres ofrezcan un ambiente de seguridad a los menores.

Tratamiento

Médico:  Se basa en medicinas psicoestimulantes, también se han indicado los antidepresivos. No automedicarse, el especialista deberá recetar.

CONDUCTA:  Usar un conjunto de estrategias para modificar la conducta, para incrementar la atención y obediencia y reducir o eliminar las conductas inadecuadas o hiperactivas.

CONOCIMIENTOS:  Estos métodos se basan en la combinación de estrategias cognitivas (pensamiento) y técnicas de conducta para enseñar cómo controlar el comportamiento y desarrollar progresivamente la capacidad de atención. El éxito del tratamiento depende del compromiso que asuman los padres y maestros y de la permanente coordinación con los especialistas en el área.

CAUSAS:  Pueden ser biológicas o psicosociales. Las investigaciones realizadas señalan que los trastornos de atención se originan por daños cerebrales en las áreas sensoriales y senso-motoras. Entre los factores psicosociales se han encontrado diferentes tipos de relaciones padres/hijos, desde adecuadas hasta disfuncionales, las interacciones conflictivas con las madres son más frecuentes en niños pequeños.

PRIORIDAD:  Cuando el comportamiento de los niños se muestra con alteraciones que el padre puede advertir, hay que llevar al menor con un psicólogo clínico para que le haga los análisis respectivos y defina el cuadro mental y de comportamiento. El grupo familiar y de amigos del niño también debe recibir capacitación.