El capitán Rogelio Viteri, quien denunció un supuesto sobreprecio en la contratación de seguros para los aviones militares, dijo, vía correo electrónico, que no se quedó a pelear su caso en el país porque desconfía en la justicia.
¿Sobre la base de qué argumento legal pidió asilo?
Nos acogemos a lo que establece el artículo 14 de la Declaración Universal de DD.HH. (En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo en cualquier país).
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Con su petición de asilo deja abandonada su carrera y lo pueden declarar desertor.
¿Por qué?, si hay gente que tiene responsabilidad penal en los casos helicópteros, aviones, sobreprecio en seguros y no les pasa nada.
Mañana, según su abogado Marco Granja, tenía una audiencia en el Tribunal Constitucional para dejar sin efecto los castigos que recibió en la Marina, ¿por qué no se quedó a seguir el caso?
El propio Dr. Granja debe explicar la farsa de esos tribunales que temen la presión de los militares, por ejemplo el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo; y en la Corte Militar nunca fui llamado a declarar para desenmascarar a los corruptos.
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Con los arrestos que le impusieron en la Marina prácticamente estaba terminada su carrera, ¿no fue un atajo que tomó al irse?
Ese era el objetivo de ellos, pues no puede haber alguien que les haya destapado sus sinvergüencerías.
¿Qué inconvenientes tenía en la Marina?
Amenazas de muerte efectuadas por la Inteligencia Militar y por orden de los comandantes de la Marina. Todo está reportado por escrito al jefe del Comando Conjunto de las FF.AA, Óscar Isch, pero no me ha contestado; dispararon en mi residencia en Guayaquil. La OEA sigue este caso.
¿Con qué dinero subsiste?
Vivo en Market Harborough, Leicestershire, y tengo el apoyo de amigos y del párroco católico Owen O’Neil.
¿Cuándo salió del país y por qué fue a Inglaterra?
Salimos el 10 de junio en silencio para no darles el gusto a los mandos militares de pedir la baja y vine a Inglaterra porque acá quedaron mis hijos y en este país conocen mi caso.