El arte culinario de  Manabí se puede degustar en restaurantes y negocios en Guayaquil, que venden platillos exclusivos de esa provincia.

Además de sus hermosas  playas, riqueza cultural y natural y de ser cuna de hombres ilustres como Eloy Alfaro, la provincia de Manabí destaca por una  particularidad: su variedad y sazón gastronómica.

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¿A quién no le apetece un viche, un cebiche,  una cazuela de mariscos, caldo de gallina criolla,  chame frito, sal prieta con plátano asado y longaniza,  suero blanco o cuajada de queso elaborados con leche de vaca recién ordeñada?

Para degustarlos no es necesario viajar a esa provincia. Guayaquil cuenta con restaurantes y pequeños negocios que ofrecen exclusivamente especialidades de esa región.

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El restaurante La Finca, situado en la ciudadela Comegua, por la iglesia de Czestochowa, es un promotor de esa gastronomía,  un nexo comercial con el Guayas y una fuente laboral para manabitas residentes en Guayaquil.

Juan Carlos Fallú Velásquez (de Chone) y su esposa, Elvira Cedeño (del cantón Pichincha), fundaron  La Finca, que prepara platos típicos con productos traídos especialmente de Chone, Calceta, Junín, Rocafuerte  y Pichincha.

Elvira de Fallú cuenta como anécdota que en su niñez sus padres tenían en Pichincha un comedor típico el cual recreó en su restaurante: canchón abierto, con cubierta y pilares de madera  y caña, rodeado de naturaleza.

Una sucursal con similares características se abrió recientemente en el km 53 vía a la costa. Los locales emplean a 16 manabitas (cocinera y  saloneros), una administradora y chef guayaquileños, y saloneros temporales (para  fines de semana) de ambas regiones.

Hermes Cedeño es uno de los clientes de ese local y asegura que su plato preferido es el cebiche 440 voltios, preparado con ocho mariscos.

Toque manabita
Con la filosofía de que a los guayaquileños les gusta esa comida  funciona El Toque Manabita, situado en la ciudadela Simón Bolívar  (frente al aeropuerto).

Sus propietarios, Víctor Salto y Esperanza López de Salto,  de Santa Ana, fundaron el local hace 23 años y lo atienden ocho migrantes manabitas.

Su carta ofrece  viche, cazuela, arroz con mariscos, cebiche de picudo blanco curtido en limón, plátano asado con sal prieta, entre otros.

Llaman la atención el viche de pescado y el camarón tipo langosta australiana (se cocina con cáscara y toma un color rojo), que resalta en el caldo café por el maní, plátano, choclo y otros ingredientes.

El Rincón Manabita, de Los Ríos y Nueve de Octubre, con sucursal en Los Ríos y Alcedo, ofrece platos típicos de Manabí y Guayas.

En carretas
Corviches y tortillas típicas de Manabí también se venden en carretas situadas en distintos puntos de la ciudad.

En la esquina de P. Icaza y Córdova, Laura  Mejía (oriunda de Cuenca) vende corviches de pescado, torrejas de choclo y tortillas de verde que prepara su esposo, Antonio Mero,  de Charapotó.

Laura cuenta que su esposo adquirió la sazón de su madre, Teolinda de Mero.

Iliana Franco, manabita que vive en Guayaquil  hace 20 años, prefiere los corviches en la carreta El retorno de Mack, en la Alborada,  tercera etapa, diagonal a la iglesia  Nuestra Señora de la Alborada.

Su propietario, Mack Menéndez, oriundo de Chone, inició su negocio hace tres años con 20 corviches diarios, de los que ahora vende 300 además de 200 tortillas de maíz y de yuca, entre las 16h00 y 22h00, todos los días. Los clientes  comen los corviches o tortillas (que valen $ 0,30) con mayonesa, salsas de cebolla y zanahoria o chimichurri.