Donde una especie se extinguió otra regresó para dar una solución a la naturaleza. Las tortugas tienen una larga historia de lucha en las Galápagos, las que incluso deben su nombre a estas gigantes del Archipiélago. Y en realidad tienen un gran tamaño, algunas superan el metro y medio y pesan más de 250 kilos, aun con esta ventaja no lograron escapar de los humanos que durante los siglos XVII, XVIII y XIX las cazaron, se las llevaron a zoológicos o museos. Eso tuvo una consecuencia: su extinción en algunas islas como Santa Fe hace 150 años.

Esa realidad ha cambiado junto a las acciones del hombre que ahora es quien la reintroduce al lugar donde pertenece, pero ¿por qué debían regresar? Estos reptiles tienen una misión en la isla Santa Fe, explica Freddy Villalba, guardaparques del Parque Nacional Galápagos del área de ecosistemas terrestres. “Como antes existió este herbívoro en esa isla muchas plantas dependían de él, ahora estamos llevando a las tortugas para que hagan ese trabajo”.

Los quelonios al alimentarse de los frutos de varias especies de plantas llevan la semilla en su tracto intestinal durante dos semanas, eso ayuda a ablandarla para que al salir en el excremento germine más rápido con las primeras lluvias.

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Y una de las plantas que se benefician de este proceso es el cactus gigante opuntia. Washington Tapia, director de la Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI, siglas en inglés), recuerda que fue en el 2011, a través de unos estudios que hicieron en la isla Santa Fe, que observaron que aunque había una población de 7.000 iguanas terrestres estaban ocurriendo cambios en la vegetación. Plantas leñosas se extendían impidiendo la reproducción de otras especies como los cactus y las herbáceas. A la población de cactus opuntia parecía irle bien, en ese entonces había más de 250.000, pero luego descubrieron que había muchas opuntias adultas y jóvenes, pero no nuevas especies. “Hay un espacio de tiempo, sobre todo en la época de las cabras y el fuerte fenómeno de El Niño de 1982, en donde hay un vacío de edad de opuntias, se nota que ahí no hubo regeneración de opuntias”.

La conclusión fue que hacían falta las tortugas. Ante este descubrimiento, en el 2014 se creó el proyecto Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes, en el que colaboran el PNG, Galapagos Conservancy y más de 30 científicos. Los estudios genéticos revelan que la especie más cercana a la de Santa Fe era la de Española, la Chelonoidis hoodensis. Era junio del 2015 y tiempo de volver a casa. Hasta el momento se han liberado 394 tortugas en dos fases, y está próxima una tercera si la sequía cede un poco en las Galápagos, pero ¿cuáles han sido los resultados? Hace solo dos semanas, Tapia y su equipo regresaron de la isla Santa Fe, donde hicieron un monitoreo y ya se observan cambios en el ecosistema.

Descubrieron que las tortugas, ahora juveniles de entre 6 y 10 años, tienen una dieta más variada que la de las iguanas: mientras estas consumen 20 especies diferentes de plantas, las tortugas incluyen 29.

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A las iguanas les atraen las hojas de los cactus, a las tortugas los frutos y están dispersando las semillas, lo mismo ocurre con el resto de plantas de la isla Santa Fe.

Y aunque solo miden entre 30 y 50 centímetros, las jóvenes tortugas han abierto caminos por donde circulan y ahora hay más actividad de aves e invertebrados.

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El hallazgo alegra mucho a Tapia y espera que los quelonios ayuden a mantener la regeneración de las opuntias y con el tiempo haya especies de todas las edades que contribuyan a su supervivencia y a la de otras clases de flora.

Para lograrlo estima que la población de tortugas en la isla Santa Fe debe llegar a las 4.000. Una iniciativa que también se trabaja en otras islas ya sea con la repatriación de los quelonios o interviniendo directamente en la reproducción de especies de la flora como lo hace el proyecto Galápagos Verde 2050 desde el 2014.

Patricia Jaramillo, bióloga de la estación Charles Darwin, insiste en el control de especies introducidas como la mora y la guayaba, porque las tortugas están cambiando su dieta. Su control necesita de la intervención humana. (I)