Desde este lunes 29 de abril, muchos estudiantes ecuatorianos del régimen Costa-Galápagos regresaron a las aulas de educación inicial, primaria y secundaria. Los alumnos de los establecimientos fiscales lo harán desde el 6 de mayo. Y tanto allí como al volver a casa se enfrentarán a un inconveniente, los cortes de luz programados, mientras se resuelve la crisis energética.

Entre los educadores, hay el consenso de que es importante evitar mostrar este evento a los niños como algo desagradable o como un problema. “El adulto tiende a transmitir la ansiedad o la frustración a los niños. Desde el mundo adulto lo vemos así, para nosotros puede ser molesto en el trabajo o en las actividades planificadas, pero que no se traslade esa misma sensación a los niños, porque con ellos se puede llevar a cabo otro tipo de actividades”, dice el educador David Moromenacho.

¿Qué fuentes de iluminación natural pueden aprovechar en casa? Foto: Shutterstock
  • Es un evento extraordinario, sí, pero no será permanente y no es necesario tildarlo como un hecho negativo. “En este caso, se puede aprovechar para que los niños se desconecten y vivan experiencias que no suelen ser posibles en la cotidianeidad hiperconectada”.
  • No se sienta forzado a llenar ese tiempo completamente con nuevas propuestas. Está bien adaptarse al programa habitual: hacer las tareas escritas, continuar con la rutina diaria, todo lo que se pueda hacer sin electricidad, y a eso sumar alguna novedad.

Estos son los horarios de cortes de luz en Ecuador por provincia para este lunes, 29 de abril

  • No piense que tendrá que estar con los niños todo el tiempo; plaifique algo que cada uno pueda realizar individualmente, como dibujo, lectura, pintura, y combine estos espacios con juegos cooperativos con otros niños y con los adultos.

Otro concepto que los mayores tendemos a difundir entre los niños es que aburrirse es negativo. “Ahora que no hay conectividad o se rompe con lo que ellos consideran divertido, como navegar por internet, puede parecerles que se aburren”, observa Moromenacho. “Cuando es la oportunidad de vivir experiencias en las que el tiempo se manifiesta de otra manera: escuchar música, hacer silencio, relacionarse de formas distintas”.

Publicidad

Colombia está a punto de volver a vender energía a Ecuador

De hecho una corriente educativa defiende el derecho de los niños a aburrirse, algo a lo que las generaciones actuales parecen tenerle aversión. En el artículo Los beneficios del aburrimiento, expertos del Child Mind Institute argumentan que los niños pequeños y mayores necesitan nuestra ayuda para aprender a manejar el tiempo no estructurado (al que nosotros llamamos aburrimiento o tiempo muerto). Aprender esto puede ayudarlos a desarrollar habilidades, creatividad y autoestima, y tolerancia a la frustración.

Después de todo, es nuestro deber dar herramientas a un niño que empieza a perder el control porque no tiene TV, wifi o aire acondicionado. Y orientar su pensamiento hacia lo más interesante, la imaginación, la curiosidad.

Es un tiempo para conversar con los niños acerca de formas de energía más limpia y consumo responsable. Foto: Shutterstock

¿Cómo lograrlo? El instituto propone, independientemente de la edad de los hijos, sentarse con ellos a hablar de sus intereses y pasiones. Así se puede construir juntos una lista de proyectos a corto y a largo plazo. Cuando estén aburridos, la revisarán y se darán cuenta de que al fin tienen el tiempo para cumplir uno de esos anhelos.

Publicidad

A los niños pequeños deles una serie de actividades cortas para que elijan. Puede ser arte, disfraces y deportes al aire libre. Los mayores ya pueden pensar en sembrar un huerto, coser, cocinar o construir un artilugio reutilizando materiales que tengan en casa.

Apagón en la casa y en el aula: planificación y adaptación

Para la licenciada en Educación María José López, de la unidad Mi Sendero (Machala), estar sin luz tampoco es excusa para quedarse sin ideas o bajar el rendimiento en el aula. “Lo que principalmente realizamos con los estudiantes, son actividades de gamificación sin conectividad (por ejemplo, dictado de palabras). Pero no suspendemos la educación. Abrimos puertas y ventanas y continuamos con el aprendizaje. Trabajamos con fichas pedagógicas preimpresas. Y volvemos a las pizarras”.

Publicidad

Así va bajando el déficit de energía en Ecuador

¿Qué tal tomar una de estas recomendaciones para la casa? En las horas de conexión, imprima actividades y arme kits de entretenimiento para sus hijos, para escribir, colorear, jugar, recortar y armar. Dé prioridad a juegos en los que usen su vocabulario. Use la luz natural y provéase de una pizarra o cartel que sea su nueva pantalla.

Los dispositivos electrónicos no mueren porque no haya señal de internet. Tienen cámaras con las que la familia puede hacer un cortometraje. Incluso un proyecto audiovisual muy pequeño toma planificación y trabajo. Averigüe sobre los pasos de una producción. Escriban un guion, consigan el vestuario y la utilería, armen el escenario, distribuyan los papeles, busquen el sitio mejor iluminado, ¡y acción!

Tengan a la mano las alternativas para iluminarse, para evitar el nerviosismo. Foto: Shutterstock

Algo más: es muy probable que los chicos se sientan agobiados por el calor, especialmente cuando el apagón cae por las tardes. Ante esto, la pedagoga Irene Ycaza Oehlke sugiere hacer las actividades al aire libre por la mañana, buen temprano, antes de que la temperatura suba. “Luego, calcule más o menos una media hora antes de que se vaya la electricidad, para que se refresquen y relajen”. En caso de estar ya en la escuela, el aula se cierra bien en este momento, para que esté fresca un buen rato después de que se haya ido la luz”.

Ycaza también aconseja actividades que no impliquen movimiento excesivo. Está bien recortar, pegar, dibujar, hacer rompecabezas, juegos de mesa. “Generalmente se concentran y disfrutan tanto que no se quejan mucho del calor. ¡Y una piscinita con agua también ayuda!”.

Publicidad

Este es el nuevo cronograma de inicio de clases en el régimen Costa-Galápagos

Con cortes de electricidad, pero no de creatividad

La editorial Scholastic ofrece algunas ideas para los adultos que van a pasar los apagones con la preocupación extra de qué hacer con los niños.

  • Tengan reservadas unas cuantas varitas de luz

Los glow sticks que se usan durante los conciertos y las fiestas pueden ayudar a iluminar el camino de un pequeño que no puede cargar con velas ni con linternas. Al principio les dará miedo ir solos hasta el baño, pero con su luz portátil todo será más fácil. Una de estas varitas puede brillar por 12 horas y luego irá disminuyendo hasta completar los 36.

  • Inviten a jugar a otros niños

En las horas del día, coordine para encontrarse en un espacio como el patio o el jardín con niños vecinos o de la familia. Lleven un juego de mesa como el Monopolio, el Uno, el parchís o el jenga. También es buen momento para llevar la alfombrilla del Twister.

Es un tiempo para conversar con los niños acerca de formas de energía más limpia y consumo responsable. Foto: Shutterstock
  • Hagan un show de títeres

Los hay de guante, de cartón, de esponja. Incluso puede armar su propio teatro de sombras con figuritas de papel y una linterna. Encuentre una pared despejada y que empiece el show.

  • Pretendan que están acampando

Aunque no puedan salir, armen su tienda de campaña en un espacio amplio, que puede ser la sala. Si no hay carpa, usen sábanas y almohadas. Compartan alimentos que no necesitan cocción, como frutas, y cuenten historias a la luz de alguna lámpara de baterías.

Lo que sea que elijan, mantenga a sus niños en espacios seguros, enséñeles a orientarse en la penumbra, y tengan siempre un punto de reunión dentro y fuera de la casa. También es un buen momento para actualizar la mochila de emergencia y el botiquín de primeros auxilios. (E)