“En tiempos de incertidumbre política, el arte ofrece refugio para el espíritu y claridad para la mente”, Jacques Rancière.

Cacao, yuca, calabaza, maíz, maní y ají son los protagonistas del Museo Casa del Alabado en su muestra temporal “Sabor y Saber”, una exhibición que revela la fuerza de la naturaleza, la agricultura y la alimentación en la creación del arte utilitario precolombino y su interpretación contemporánea.

En el corazón del centro histórico de Quito se encuentra la Casa del Alabado, sus muros coloniales color adobe, las columnas de piedra, los dinteles de madera y los techos de carrizo y teja conviven con materiales nuevos y tecnologías modernas de construcción, para crear una experiencia museográfica donde la estética interviene en la cronología del tiempo y el espacio. El Alabado resguarda más de 5.000 piezas de piedra, cerámica, metal, concha, textil y madera, un patrimonio que revela la potencia creativa del arte precolombino.

La muestra temporal “Sabor y Saber” explora y degusta de acuerdo con los solsticios y equinoccios, que señalan el cambio de las estaciones y determinan el momento de sembrar y cosechar. Así, en el solsticio de diciembre se exhibió el tiempo del cacao, en el equinoccio de marzo, se exhibe el tiempo de yuca y calabaza, el solsticio de junio será el tiempo del maíz y el equinoccio de septiembre será el tiempo del maní y el ají.

En el tiempo del cacao, los principales hallazgos de la investigación arqueobotánica, ubicaron su origen en la alta Amazonía ecuatoriana; su uso se remonta al menos 1.500 años antes de lo que se pensaba; y fue representado a través de iconografías en las culturas Chorrera (1000-100 a. C.) y Tolita (600 a. C.-300 d. C.). La muestra destaca que en el 1600, el cultivo del cacao se estableció en la Costa, y su recolección y explotación fue uno de los rubros más importantes de la antigua provincia de Guayaquil. A finales del siglo XVIII, el cacao representaba el 77 % de las exportaciones del Guayas.

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El tiempo de yuca y calabaza que se exhibe durante estos meses revela que las evidencias más antiguas de yuca en Ecuador se encuentra en sitios arqueológicos de la cultura Valdivia (4000-1800 a. C.) y del Real Alto y Loma Alta. En las culturas Chorrera, Jama Coaque y Tolita se encontraron platos y cuencos con representaciones de las raíces de la yuca. Durante la colonización fue conocida como “pan de tierra”. Mientras que el cultivo de calabaza se remonta al periodo precerámico en la cultura Las Vegas (8000-4600 a. C.), localizada en la península de Santa Elena. Se han encontrado también vasijas con forma de calabaza durante el periodo Formativo Tardío y cerámica de la cultura Valdivia que se utilizaba para almacenar, cocinar y servir alimentos. En la colonia se interpretó esta especie como “las calabazas de Indias”.

El próximo solsticio de junio el Alabado nos revelará las huellas del maíz, y en el equinoccio de septiembre descubriremos el valor arqueológico que representa el maní y el ají en la historia profunda de nuestros sabores. (O)