Son las cinco de la mañana, hora de salir, dicen Yin Yan y Max, que corren por toda la casa en competencias desenfrenadas y caen como una tromba sobre mi cama indicando sin equivocaciones que es hora de levantarse. Con sus colas esponjosas levantadas y un caminar cadencioso, madre e hijo, esperan que abra la puerta exterior y se precipitan a husmear el aire y a escarbar la tierra.

Ecuador 2025-2030

Max se pone en acecho, lagartijas negras sin cola, sobrevivientes de otras cacerías, se esconden entre las hojas de veraneras desinfectadas de cochinilla; algunos machos, hermosas mosquitas de alas azules, circunvalan en círculos, mientras yo los persigo con aplausos para que terminen sus efímeras vidas entre mis manos. Rápidamente la luz gana espacio en un cielo nublado que esconde en sus entrañas un enorme avión que se escucha, pero no se ve.

Errar no es político

Me siento a disfrutar el aire fresco después de una noche calurosa. En medio de este amanecer bucólico y aparentemente lejano a las angustias que vivimos, la inquietud surge. Qué tiene que ver, en que están conectadas estas realidades con esas otras realidades de muerte sangre y terror, que vivimos. Hay que evadirse de los problemas para disfrutar la vida o será que tenemos que incluir la belleza y el asombro frente a todo lo que existe como parte de la formación profunda de todos los seres humanos y aprender a respetar, amar y proteger la vida, toda vida, incluida la nuestra.

Carta astral

Me gusta rumiar himnos y salmos antiguos. “Salimos de la noche y estrenamos la aurora, saludamos el gozo de la luz que nos llega resucitada y resucitadora. Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; Regresa desde el sueño el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores, le confías la tierra y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores y tú te regocijas, oh Dios, y tú prolongas en sus pequeñas manos tus manos poderosas, y están de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las cosas”.

(...) será que tenemos que incluir la belleza y el asombro frente a todo lo que existe...

Dejo que las palabras caigan adentro, las contemplo desde diferentes ángulos, las siento rebotar en mí y en el entorno, observo las plantas. Ahora los gatos han venido a echarse a mis pies y se unen a ese silencio sonoro, como diría Juan de la Cruz. Aparece Cleo, la perra, enorme, hermosa, como un huracán lleno de vida. Mira, observa, agacha sus orejas y se une, tranquila, sin sobresaltos a este encuentro colectivo con lo mejor de nosotros mismos, ese nido de Dios que cada ser es.

Como encontrar el sentido en medio de tanta desazón.

Si hay alguien que la humanidad tiene como referente de amor y de servicio más allá de las religiones y creencias es Jesús de Nazaret. Y sufrió una muerte oprobiosa a manos de aquellos que él amaba, cuidaba y protegía. También cuestionaba y provocaba. Y les abría un camino que hay que recorrer, dando la mano a otras manos que buscan la solidaridad, el respeto, el amor y la justicia.

Será que hay que dar en cada escuela, en cada clase, al comienzo del año a los alumnos algo que cuidar, proteger y amar. Una planta, un animalito, ser padrino de un niño más pequeño en su colegio y apoyarlo y cuidarlo. ¿Será que hay que enseñar a amar? Y aquel que no lo logra pierde el año, aunque académicamente sea muy bueno. (O)