En días anteriores se hizo público un borrador de la Contraloría General del Estado (CGE) en el que se acusó a ciudadanos becarios como responsables de millones de dólares en pérdidas de dinero público, como parte de errores cometidos por el Instituto de Fomento al Talento Humano (IFTH). Si bien se incluye a personas que no regresaron al país como era obligado, también constan otros tipos de irregularidades como la pérdida de documentación en el IFTH o no estar laborando en lo que el Estado ecuatoriano les pagó su beca, que fácilmente puede ser mayor a 100.000 dólares por becario y tendrían que devolver el dinero, a pesar de no tener ingresos ni poder salir a trabajar en el extranjero. 

Me parece inaudito que la CGE se ponga a perseguir becarios por no conseguir un empleo adecuado cuando es difícil conseguir un empleo si no se tienen recomendaciones. El Gobierno no presta un servicio de inserción adecuado a los becarios, de nada sirve tener un posgrado en una de las mejores universidades del mundo, porque según la empresa privada estás sobrecalificado para un puesto inicial o no tienes la experiencia que ellos te piden para otro puesto. 

Para el sector público no habría diferencia en estudiar en una universidad de bajo prestigio en concursos de méritos, cuando por meritocracia se debería dar mayor puntaje a personas que se esforzaron en entrar a las mejores universidades del ranking mundial. Por último, el emprendimiento no es la solución para todos, por no tener la habilidad de poner un negocio en lo que se estudió en un país en recesión y más aún cuando se poseen particularidades como, en mi caso, tener discapacidad. (O)

Ricardo Sánchez,

máster of Economics and Environmental Management, Guayaquil