Como siempre, la política arde antes de una elección presidencial. Ahora, las acusaciones entre los candidatos y sus aliados van y vienen y producen hartazgo mental. Los periodistas deben acercarse a la imparcialidad, aunque ciertos tienen su corazón al lado izquierdo o derecho, porque en la vida todo se mueve de acuerdo a intereses.

En las redes sociales hay vulgaridad, montajes obscenos, calumnias, insultos, palabras procaces. Hoy los corruptos (algunos con sentencias ejecutoriadas) salen a decir lo que antes callaron, para justificar que ellos no actuaron solos; prenden el ventilador y lanzan todo sin pruebas, sin documentos. El pueblo se confunde más, por inmorales que como tales pretenden dar lecciones de moral. De tanta información que leemos o escuchamos hay que tomar lo probado, para de acuerdo con nuestras conclusiones, elegir decisiones importantes para la democracia ecuatoriana. (O)

César Burgos Flor, licenciado en Ciencias de la Educación y en Comunicación; Guayaquil