Enfrentamientos entre hinchas de Barcelona S. C. se dieron el domingo durante el partido con Macará. A los once minutos de iniciado el juego, en la planta baja, donde se ubican los miembros de la barra Sur Oscura, se produjo una pelea entre grupos, que se expandió y provocó heridas con arma blanca y golpes a otros hinchas, incluso, menores de edad. Según reportes de la Intendencia de Policía, resultaron heridas 41 personas y hubo 2 detenidos.

No es la primera vez que suceden hechos violentos y es urgente enfrentar el problema, no solo como un asunto deportivo, sino de interés social, antes de que se produzcan conflictos mayores.

Hay que considerar todas las ideas, aceptar que el problema debe ser encarado desde un punto de vista interdisciplinario y estudiar las experiencias exitosas como la inglesa y, más cercanamente, la chilena. Para lograr un resultado positivo, hará falta la unión entre clubes y con las autoridades, los hinchas no violentos, dirigentes y policías, y un trabajo de largo aliento que busque disminuir la agresividad social y establecer relaciones sanas en la vida cotidiana. (O)