La viceministra de Cultura dijo en una entrevista a este Diario que el Sistema Nacional de Cultura no ha funcionado bien y citó tres ejemplos: el bajo índice de lectura en el país, la falta de institucionalidad y el desorden en la gestión estatal. Anunció también dos nuevos proyectos: la Feria Internacional del Libro y el Plan Nacional de Lectura, de los que espera un cambio.

Ciertamente, la cultura es uno de los aspectos no cuidados en este gobierno, basta señalar que en ocho años ha habido seis ministros y que la Ley de Cultura espera hace seis años su aprobación.

La funcionaria señaló también que la gestión ha sido dispersa, con duplicación de competencias y vacíos en otros ámbitos.

La actividad cultural al alcance de la ciudadanía es indispensable para elevar la visión y comprensión del mundo, incluso, para estimular y desarrollar la creatividad, tan necesaria para concebir y construir una sociedad diferente.

En el país hay propuestas culturales, nacen de grupos privados y, en algunos casos, de los organismos seccionales, pero son iniciativas dispersas que al carecer de una planificación sostenida, no dan los resultados deseables. Es bueno que una funcionaria de alto nivel reconozca que hay mucho por hacer y mucho por cambiar, podría ser el inicio de una concepción y un trato diferente a la actividad cultural. (O)