Un reporte del Banco Mundial del pasado 4 de octubre señala que por primera vez la pobreza extrema debe caer este año a menos del 10% de la población mundial, esto es, 702 millones de personas. Es el resultado del crecimiento de la economía, la inversión en salud y educación y los mecanismos de protección social.

Sin embargo, hay disparidades geográficas. Preocupa mucho la condición de los habitantes del África Subsahariana, que necesita movilizar nuevos recursos. Y hay un riesgo adicional que podría cambiar la tendencia, el mismo Banco Mundial ha advertido que si no se actúa para limitar el impacto del calentamiento global, en el año 2030 habrá 100 millones más de personas viviendo en pobreza extrema.

El documento sobre el tema se ha dado a conocer tres semanas antes de la Conferencia de los líderes del mundo que se reunirán en París el 30 de noviembre, con el objeto de tratar de lograr un acuerdo internacional que limite los gases que producen el efecto invernadero.

Este problema no es solo responsabilidad de los líderes, lo es de todos los seres humanos que debemos tomar conciencia del problema y cambiar hábitos de consumo y de vida que causan daños irreversibles al planeta en que habitamos y a toda la humanidad. (O)