Las religiosas Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad fueron fundadas a mediados del siglo XIX para liberar a las mujeres oprimidas por la prostitución; trabajan en España y en muchos países (incluso Ecuador).

Su compromiso en medio del mundo, y en contacto con uno de los atentados más graves contra la dignidad, la libertad y la integridad de las mujeres, les ha llevado a poner en marcha numerosos proyectos de asistencia legal y social, protección y acompañamiento a mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual y prostitución. La tarea de las hermanas Adoratrices recibió hace unas semanas un nuevo reconocimiento público a través de la concesión del premio Derechos Humanos Rey de España. ¡Felicidades a las Adoratrices por su misión, pero enhorabuena también a quienes pensaron en ellas! Arrojar luz sobre su trabajo ayuda a visibilizar el drama de miles de mujeres víctimas de la actividad criminal (prostitución, trata de blancas) que más crece en Europa y que más beneficios económicos genera, junto al tráfico de armas y de drogas. ¿Es eso lo que algunos españoles, no necesariamente políticos, sueñan con legalizar? (0)

Juan García, Cáceres, España