Después de algunas reuniones con el fin de establecer el alza salarial del 2015, empleadores y trabajadores no lograron un consenso.

El representante de los empleadores tomó siempre como referencia las cifras de la inflación y la productividad, mientras que el representante de los trabajadores basaba sus aspiraciones en la equidad y en el llamado a que no se vea a los trabajadores como una unidad de negocio, sino como a un ser humano con necesidades.

Al no lograrse el acuerdo, la ley indica que le corresponde a la autoridad de trabajo fijar el aumento, lo que, efectivamente, hizo el ministro de Relaciones Laborales, quien anunció que sería de 4,11% y ofreció una explicación porque, según dijo: “Con la apreciación del dólar y las enormes diferencias entre nuestras remuneraciones y las de los países vecinos tenemos que hacer de todo para mantener los niveles de empleo” .

Precisamente eso, mantener los niveles de empleo, debe ser uno de los objetivos del Gobierno y del sector productivo y un factor que debe ser considerado cada vez que se vayan a tomar decisiones que afecten a la economía.

El país necesita no solo mantener, sino aumentar los niveles de empleo y a alcanzar esa meta debemos canalizar los esfuerzos que sean necesarios. (O)