La nueva administración también tiene en mente una reforma al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). No tan dura como la planteada por el anterior gobierno, pero que pueda darle sostenibilidad al sistema que se ha advertido está en riesgo.

Las propuestas de reforma las ha planteado en estos días el nuevo presidente del Consejo Directivo del IESS, Eduardo Peña. En entrevistas a canales de televisión ha indicado que se enviará una reforma legal a la Asamblea Nacional en la cual se podría ajustar el cálculo de la pensión pues existen distorsiones, la idea de cobrar por las atenciones a los hijos de los afiliados que actualmente no pagan nada y que incluso se pudieran ajustar el número de aportes para la jubilación.

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La propuesta buscará, entre otros temas, corregir distorsiones sobre las jubilaciones y establecer una fórmula polinómica y así evitar que quienes se afilian a los 60 años y se jubilan a los 70 años, con diez años de aportes tengan un monto de pensión muy similar a la del trabajador que que estuvo afiliado desde los 18 años y llega a los 65 aportando.

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Además ha dicho que el IESS está dispuesto a aceptar pago de la deuda en activos de Inmobiliar y llevar adelante un proceso de pago de la mora patronal que permitiría un plazo de siete años.

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Sin embargo, sobre estas propuestas le advierten inconvenientes y reciben reparos porque se considera que falta concreción y que hay lentitud para su planteamiento e implementación.

Para Henry Llanes, representante del Colectivo por un Nuevo IESS, indica que si se presentara una propuesta en ocho meses como inicialmente dijo Peña ya será cuando deban estar alistando maletas para irse a la casa, pues ya se acaba el Gobierno.

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Sobre el pago de deuda a través de activos de Inmobiliar, critica que lo que estaría buscando es entregar inmuebles, no liquidez, y esto generaría un perjuicio para el Seguro Social que ya tiene demasiados activos, que nos son administrados de manera adecuada, porque ni siquiera los tiene bien inventariados. “No soy partidario que el Seguro se siga llenando de activos, al final las construcciones terminan botadas”. Llanes asegura que en una economía tan compleja como la actual no habría ni opción a la venta de dichos inmuebles.

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No le parce tampoco que se busque cobrar a los propios afiliados por el tema de las atenciones a los hijos y más bien recuerda que la propuesta ciudadana que ahora mismo está en la Asamblea, plantea que estos pasen a manos del Ministerio de Salud.

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Por su parte, Mauricio Espinel, quien es parte de la Mesa de Estudios de la Seguridad Social, dice que como Mesa de Estudios revisarán estas propuestas, pero de manera previa se las ve como “tiros al aire”, sin un plan o estrategia.

Para Espinel, los ocho meses que dicen que se demorará en entregar el texto a la Asamblea es demasiado largo, sobre todo en un gobierno que termina en 2025. El Gobierno debería analizar el tema de ingresos y egresos, pero además, asegura que la propuesta debe ser aceptada por los dueños del Instituto que son los afiliados.

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No ve que se busque un cambio, sino que se quiere repetir las mismas prácticas, pero conseguir otros resultados, lo cual no es posible. Considera que el presidente tampoco está siendo coherente con el propósito que ha dejado ver en estos días y que es el de ser reelegido. Asegura que si ese es el objetivo entonces debería buscar mejorar la calidad de vida de la gente, pero esto tampoco se ve.

Según la ejecución presupuestaria del ministerio, al IESS el Gobierno debió haberle pagado $ 2.154 millones por el 40 % de la contribución a pensiones, hasta el 31 de diciembre del 2023, sin embargo, solo se pagaron $ 832 millones. Es decir, se pagaron $ 1.322 millones menos solo en este rubro. También quedaron pendientes $ 4,7 millones del 40 % de riesgos del Trabajo y $ 29 millones del Seguro Social Campesino. (I)

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