El debate sobre la importación de gas o el desarrollo de la industria nacional toma nuevamente fuerza en medio de apagones de entre cuatro y nueve horas que ha experimentado el país en las últimas semanas. El ministro Roberto Luque Nuques ha abierto la puerta para la generación de energía a través del gas. Ha dicho que puede ser importado o local. El sábado estuvo en la central Termogas Machala y pudo comprobar que ha estado abandonada y con equipos sin mantenimiento.

Una medida ha sido la de pedir la renuncia a funcionarios. Pero más allá de ello, el más importante tema por resolver es cómo hacer que el gas en 60 millones de metros cúbicos día llegue a esa planta. Hay varios criterios sobre cómo se puede llevar a cabo esta generación.

De acuerdo con Jorge Luis Hidalgo, experto energético y gerente de Green Power, empresa a la que le interesa producir gas local, el problema que la ciudadanía debe entender no es solo si se va la luz o no, sino el costo al que el país está generando esa luz.

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Sobre la alternativa que baraja el Gobierno de importar gas o apoyar la producción local, ve al ministro como una persona bien intencionada que busca resolver los problemas de una manera pragmática, y como positivo que se haya pedido la renuncia a varios funcionarios que en tantos años no se han preocupado de hacer funcionar de manera más óptima Termogas Machala.

Sin embargo, explica que el principal desafío que tiene el ministro Luque es conseguir la provisión de manera rápida y a un costo que le beneficie al país.

Vía rápida

Para Hidalgo, la vía más rápida de entrega de gas para Termogas Machala es por medio de Campo Amistad con la producción local. Este campo está produciendo 18 millones de pies cúbicos al día, pero entrega 6 millones de pies cúbicos a Bajo Alto y el resto a Termogas.

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En este sentido, se requiere aumentar la provisión de gas en unos 40 o 50 millones de pies cúbicos. Explica que sí se puede llegar a esta producción, pero en tres etapas. Primero un workover sin jackup, que en dos meses puede empezar a generar más producción. Desde ya se puede mandar a traer el jackup o perforadora para que en unos ocho meses pueda empezar a perforar nuevos pozos.

Para Hidalgo, esta es la solución más económica, pues el costo de la producción nacional es un 70 % menor al valor del gas importado.

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Importación de gas

En todo caso aclara que no se opone a que haya importación de gas, pero señalan que si se empezara ahora con esta iniciativa las opciones no permiten tener gas de manera inmediata sino a mediano o largo plazo, porque no existe la infraestructura necesaria en Ecuador para eso.

La opción que se había intentado había sido conectar un barco metanero al gasoducto de Campo Amistad, pero hay varios informes que indican que esto no es posible técnicamente por la calidad del gas importado que viene purificado, y el gas de yacimiento que tiene impurezas.

Isotanques

La otra opción es traer el gas en barco cargado de isotanques, o cargado de gas para llenar isotanques en tierra. En ambos casos se requiere de una regasificadora que debe ser al menos 30 veces más grande que la mayor planta que regasificadora que hay en el país y que pertenece a una empresa privada. Esta planta podría durar seis meses en construirse.

En medio de este panorama Hidalgo asegura que el hecho de que en el norte de Perú haya descubierto en estos días un yacimiento importante de gas, a la altura de los yacimientos que compartimos con el vecino país, nos da la certeza de que el recurso en Ecuador también es importante. La diferencia entre Ecuador y Perú es que nuestro vecino sí le da importancia a los procesos para la producción local.

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Para Fernando Salinas, experto en temas energéticos, la puesta a punto de Termogás depende de que esta entre en mantenimiento y luego de cómo podrá llegar el gas para que pueda producir a su capacidad máxima. Considera que Campo Amistad al menos al momento no tiene esa producción por lo que una salida sería traer, de manera temporal, un barco metanero que tenga todo el equipo: gasoducto, planta de regasificación para que se pueda conectar de manera directa a Campo Amistad. Sin embargo, esta opción será cara, no habría el ahorro esperado, pero se podría hacer. Sería dos o tres veces más caro que producir con Campo Amistad, comenta.

Por su parte, Nelson Jaramillo Pita, gerente de Sycar, empresa importadora de gas, explica que el modelo de negocio de Campo Amistad no es atractivo para la inversión. Adicionalemente, la curva de producción proyectada no garantiza el abastecimiento continuo a largo plazo a los clientes, lo que se traduce en la incapacidad de planificar el desarrollo de activos. Por ejemplo, dice, el ciclo combinado de Termo Gas Machala no se termina de instalar porque no existe seguridad o garantía de suministro de gas natural a largo plazo. Lo mismo sucede con Gas Vesubio.

En todo caso, comenta que el desarrollo de Campo Amistad debe ser parte de una estrategia más amplia de gasificación de la matriz de hidrocarburos en Ecuador, que busque garantizar un suministro estable de gas natural a largo plazo, satisfaciendo una demanda creciente y aprovechando los múltiples beneficios económicos, ambientales y sociales que ofrece este recurso energético.

Y explica que la importación de gas natural es un componente clave de esta estrategia, ya que permitirá crear el mercado necesario para sustentar las inversiones en la producción nacional asegurando el éxito de un programa de gasificación y contribuyendo de manera estratégica con el desarrollo sostenible del país.

Mejora de embalses y venta de Colombia, vías para cubrir déficit

Entre tanto, ahora se han registrado mayores lluvias, una mejora de embalses y a la vez la posibilidad de que Colombia vuelva a vender energía a Ecuador. De esta manera mejorará la generación y bajará el déficit de energía que afecta al país.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este lunes que “haciendo revisiones técnicas ya estamos a punto de volver a vender energía a Ecuador y ayudar a resolver sus problemas de racionamientos. La integración energética es fundamental para ser resilientes en la crisis climática”.

Los embalses de las tres principales centrales hidroeléctricas del centro sur del país: Mazar, Amaluza (Paute) y Sopladora, siguen en niveles superiores a los mínimos. De acuerdo con los datos de Celec Sur, la cota del embalse de Mazar se ubicó en 2.117,6 metros este 29 de abril, cuando el mínimo es de 2.098 metros y el máximo de 2.153 m.

Entre tanto, Amaluza se ubicó en 1.982,14 metros, cuando el mínimo es 1.975 y el máximo es 1.991 metros. En el caso de Sopladora (embalse de pasada) este se ubicó en 1.315,5 metros cuando el mínimo es 1.312 y el máximo es de 1.318.

Pese a las fuertes lluvias de los últimos días, la generación hidroeléctrica se mantiene en 74 % mientras que cuando no existe estiaje el aporte de la hidroenergía se mantiene en un 90 %.

Fernando Salinas comenta que los caudales de los ríos donde se encuentran tanto en la parte nororiental de San Francisco y de Agoyán, así como el complejo de Paute, están mejorando. Sin embargo, explica que el de Mazar sí tendrá que esperar de tres a cuatro semanas de lluvia para que se recupere.

Tanto Salinas como Hidalgo coinciden en que la posibilidad de que Colombia nos vuelva a vender energía es importante, pero no es que lo hace como un favor, sino que le significa un buen negocio, pues los costos a los que ha vendido la electricidad han sido altísimos. (I)