Así como una foto capta una situación el instante en que fue tomada, los balances de una empresa muestran su situación en ese momento. Ecuatoriana de Granos S. A. (Ecuagran) y Delcorp S. A. presentaron sus fotografías para obtener la autorización y emitir obligaciones en el mercado por $30 millones. Hoy deben millones a los obligacionistas, entre ellos varias instituciones del Estado.

Por sus imágenes recibieron una calificación AA-. Una lectura con lupa de las fotos muestra los problemas de las firmas relacionadas, por sus accionistas. Ambas cambiaron de fotógrafo antes de la emisión. Hasta 2017 sus balances eran auditados por Moores Rowland Ecuador y en 2018 y 2019 por SMS Ecuador.

El AA- lo dio Class International Rating. Para la emisión de obligaciones de Ecuagran, dueña de un puerto y silos, la calificadora alertó sobre varios puntos. Indicó que concentraba sus ventas y sus deudas con Delcorp, lo que podría ser “un riesgo, pues de darse el caso de que se presente incumplimiento en los pagos..., esto podría afectar seriamente a sus flujos”.

Publicidad

Destacó que al 31 de mayo de 2019, acumulaba $24,11 millones en facturas por pagar, por lo que la emisión de obligaciones “es sumamente importante para que la empresa pueda sustituir parte de los pasivos de facturas comerciales negociables y convertirlas en obligaciones a largo plazo, que le brindaría un respiro”. Anotó que una importante porción de su propiedad, de 17 mil m2, planta y equipos estaban comprometidos en garantía a favor de la multinacional Nitron Group Corporation.

A su vez, en su calificación sobre Delcorp, Class International Rating indicó que la empresa “no cuenta con prácticas de buen gobierno corporativo” y que existían salvedades en los balances auditados en 2017 y 2018. Ecuagran acaparaba el 50% de las ventas de Delcorp y esta le debía $24,12 millones.

Ambas obtuvieron aprobación de la Intendencia de Valores en octubre de 2019, con base a sus balances auditados de 2018, y colocaron $30 millones de obligaciones. Instituciones privadas y públicas, como el Biess, el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) o el Fondo de Cesantía del Magisterio, confiaron en las fotografías.

Publicidad

Cuentas cruzadas

Las empresas reflejan en sus balances un aumento de sus activos por inventarios y la revalorización de sus propiedades, lo que compensaba el incremento de sus deudas. Antes de la emisión, en marzo de 2019, la revalorización de propiedades en Ecuagran hizo que pasaran de $18,8 millones a $25,2 millones (había firmado un contrato para ampliarlas), y en Delcorp, de $3,6 millones a $5,6 millones. La suma de ese incremento es de $8,3 millones.

Publicidad

Los inventarios también se incrementaron. En 2017 Ecuagran declaró $10,8 millones en inventarios de productos, de los cuales $4,8 estaban en tránsito, es decir que aún no ingresaban a sus instalaciones. En 2018, en los balances para la emisión, indicó que sus stocks llegaban a $17 millones, de ellos $6,1 estaban en tránsito.

Para Delcorp los inventarios llegaron en 2017 a $20,3 millones y en 2018 sumaron $36,1 millones, con $28,6 millones en tránsito. Parte de esos productos cubrían una garantía por $15 millones (el 41% del valor) a Nitron Group, y cuyo derecho de cobro ahora lo tiene Banco del Austro por un cambio que se dio el pasado 21 de agosto.

A estos rasgos de la foto se añadían las inversiones de Delcorp por $21 millones en Ecuagran y otra empresa del grupo, Storeocean S. A. En cambio Ecuagran contaba como inversión los $24 millones que le debía Delcorp. Sin embargo, en sus balances desde 2017, las auditoras resaltan que nunca presentaron el anexo de precios de transferencia que es obligatorio para compañías relacionadas porque detalla las operaciones entre sí.

En la gráfica, las deudas resaltan menos. Los pasivos de Ecuagran eran $57,9 millones. Se incluían $6,4 millones de deudas por letras de cambio, $1,4 millones con Isspol por un contrato, $26 millones de facturas en Decevale, $6,3 millones por emisión de obligaciones anteriores y $8,3 millones a proveedores, principalmente a Luzar Trading S.A.

Publicidad

En 2018, Ecuagran vendió $49 millones, de los cuales $27 millones a Delcorp y también le había comprado $29 millones. Las ventas de trigo, su producto faro, llegaron a solo $16 millones.

Su relacionada y ahora principal accionista, Delcorp S. A., tenía a fines de 2018 un pasivo por $60 millones y ahí constaban los $25 millones que debía pagar a otras empresas del grupo. Las otras deudas principales: $5,3 millones en facturas, $4,5 millones a bancos y $2,7 millones al Isspol. Ambas mantenían un fideicomiso por una deuda de $10 millones con una compañía de Estados Unidos.

Con esas fotografías salieron a las bolsas de valores y recabaron $30 millones. Las imágenes del cambio están en sus balances de 2019, que ya fueron auditados.

Ambas bajaron sus inventarios. Ecuagran ya no tiene que cobrar $24 millones a Delcorp sino solo $9,4 millones. Y en sus pasivos disminuyó el valor de las facturas comerciales que mantenía en Decevale pero aumentó el de sus letras de cambio. Delcorp también aumentó el monto de sus letras de cambio y su deuda con el Isspol, en un total de $2,4 millones.

Delcorp eliminó sus deudas de facturas comerciales que llegaban a $5,3 millones. Ahora solo tiene que cobrar $10 millones a sus relacionadas, antes ese valor era de $25 millones.

El mayor cambio es que ambas bajaron sus compras y ventas entre sí. A inicios de 2020 llegó la pandemia del COVID-19 y los trazos de las fotografías van a cambiar aún más por la paralización de la actividad económica.

Ahora, los obligacionistas, especialmente instituciones públicas, deberán decidir si aceptan planes de pago o acuden a instancias judiciales para recuperar su dinero, como ya lo han hecho otros acrredores: Luzar Trading y Banco Pichincha.

Los principales de estas empresas, Gad Goldstein, Xavier Huerta y Enrique Weisson ya no se encuentran en el país. El procurador judicial de las compañías es Luis Cabezas-Klaere. (I)