Fue un avistamiento inusual. Turistas y residentes miraban asombrados, el 2 de agosto pasado, como la Unidad de Protección de Medio Ambiente extremaba esfuerzos para rescatar a un lobo marino (Otaria flavescens) herido en las orillas de la ría Guayas, en el centro de Guayaquil. Fue un espécimen que finalmente murió por un paro cardiorrespiratorio.