Un nuevo hundimiento de unos 15 metros de ancho por 13 de profundidad en la escuela La Inmaculada provoca preocupación en la población de esta ciudad. Sucedió el domingo pasado en el mismo sector donde se produjo el socavón el pasado 3 de enero con el colapso de un bloque de aulas.

Las bases de la institución educativa quedaron descubiertas porque el nuevo asentamiento provocó la pérdida del material pétreo que se colocó de forma provisional días después de la emergencia, en los alrededores se colocaron plásticos para evitar el ingreso de agua lluvia.

El alcalde de Zaruma, Jhansy López, recorrió ayer la zona donde se produjo el nuevo socavón por presuntas actividades mineras bajo el suelo de este sector. “Estamos revisando la magnitud del daño que tenemos ahora y debemos actuar inmediatamente para estabilizar los túneles y galerías de este sector”, dijo.

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El personero municipal dijo que de forma inmediata se movilizó el personal y maquinaria del cabildo para el traslado de más relleno en el socavón, en el fondo se observa la roca de mina evidenciando los trabajos mineros que se realizaron en la antigüedad.

“Estamos preocupados porque el hundimiento se agranda, tenemos negocios cercanos que perdemos de vender cada vez que hay emergencia”, comentó Yolanda Azanza, dueña de una tienda, ubicada a unos 20 metros del socavón y dentro de lo que queda de la escuela.

Los comerciantes asentados en los alrededores e interior del mercado también han sido afectados por las pocas ventas que registran desde enero. Las vías de acceso permanecen cerradas al tránsito vehicular por precaución, explicó el alcalde.

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Zaruma cuenta con unas 250 casas patrimoniales que estarían en riesgo por las actividades mineras que se realizaron bajo el suelo. De este estudio se encargó la Secretaría de Gestión de Riesgos cuyos resultados no han sido públicos.

Una de las medidas que adoptó el Ministerio de Minería es la ampliación de la denominada zona de exclusión de 105 a 173 hectáreas, mediante Decreto Ejecutivo del pasado 10 de enero. (I)