La operación del seguro de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) registraría al menos tres años de déficit si se aplicara la redistribución de las tasas de aportes a la Seguridad Social, una iniciativa que se iba a tratar el viernes pasado en el Consejo Directivo de la entidad.

Según una presentación del proyecto de mayo pasado y el informe actuarial de la empresa Volrisk Soluciones Actuariales de octubre, la propuesta es bajar el aporte a pensiones cuya operación es superavitaria y darlos a la operación de salud, que es deficitaria. Esa propuesta indica que de aplicarse, desde el 2016 hasta el 2018, el Seguro de Pensiones tendría déficit y en 2019 y 2020 se recuperaría. Y el seguro de salud no tendría déficit en ninguno de los años.

Omar Serrano, exmiembro del directorio del Banco del IESS, explica que el cambio de la fórmula sería un segundo golpe para las pensiones jubilares. El primero fue el retiro del 40% de la contribución del Estado al IESS. “Ahora quieren más recursos para el seguro de salud, pero van a generar déficit en el de pensiones”.

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También comenta que se debe diferenciar lo que son fondos de pensiones y de salud y las operaciones de los seguros de pensiones y salud. Los fondos son ahorros y las operaciones de los seguros son los ingresos de aportes y egresos por las prestaciones. En el caso del fondo de pensiones hay ahorros de $ 9.000 millones invertidos a través del Biess en créditos, bonos, obra pública, entre otros.

El fondo de salud no tiene recursos ahorrados, dice.

¿Pero qué llevó al fondo de salud a quedarse sin recursos y a la operación a ser deficitaria?

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Paulina Guerrero, exvocal del Consejo Directivo (que acaba de ser destituida), y Édison Lima, presidente de la Asamblea de Jubilados y Adultos Mayores, coinciden en que uno de los principales problemas fue el haber facilitado la atención a los hijos menores de 18 años de los afiliados, sin contar con el financiamiento. Guerrero indica que una fórmula de solución a este problema sería cobrar una prima a los hijos, aunque teme que el fondo de pensiones termine debilitándose.

Serrano opina que otro de los factores de egreso han sido las atenciones a través de las clínicas privadas. Reconoció que tanto la atención a hijos como en clínicas son beneficiosas para los afiliados, pero no han sido técnicamente sustentadas.

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Y Lima rechaza el cambio de las tasas de aporte: “Los fondos son autónomos y no se puede coger el uno para solucionar el otro”. (I)