Aldo Faidutti, quien habita desde hace 16 años en la urbanización Castelago (km 6,5), vive a diario, como miles de moradores del sector, las molestias por los embotellamientos del tráfico vehicular que se producen en la avenida Samborondón. “Todos los días que voy a dejar a mis hijas al colegio y cuando voy al trabajo veo el caos vehicular, se necesita un cambio”, dice angustiado.

Por ello, a título personal y por lo que ha visto en otras ciudades y países, ha realizado un diseño con modificaciones que se podrían aplicar en las avenidas Samborondón y León Febres-Cordero. Principalmente, su propuesta plantea reducir los carriles, eliminar semáforos, ampliar el parterre y hacer retornos protegidos.

La ubicación, forma y medida de los parterres, retornos y carriles actuales fueron elaboradas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), en coordinación con la CTE, exclusivamente para ciertos criterios técnicos.

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Faidutti opina que se eliminen “uno o medio carril de cada lado de la avenida, según el ancho del parterre”. Actualmente hay cinco carriles de lado y lado.

“Se cree que mientras más carriles los vehículos transitan con mayor fluidez, el problema es que al llegar a puntos críticos, como al entrar al puente, se produce el embotellamiento”, dice Faidutti, de ahí que considera que se debería ampliar a 12 metros el parterre central que divide canales o flujos de circulación a lo largo de toda la avenida Samborondón.

“Si un auto va a 70 km/h por el carril izquierdo y quiere retornar, ingresa a esa velocidad (sin molestar al que viene detrás) al carril que se mete al parterre central antes del retorno y en ese carril recién comienza a disminuir la velocidad. Gira en u dentro del carril metido en el parterre central del otro lado y acelera hasta los 70 km/h para luego incorporarse al carril normal sin molestar a los que vienen, y se evita el embotellamiento”, explica.

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“En el carril central (parterre) pueden ir dos ciclovía y camino para trotadores”, agrega. Cree además que se debería quitar la mayoría de semáforos, y para que los peatones puedan cruzar recomienda que se coloque semaforización con botones pulsadores.

Añade que con los semáforos para peatones se evitará la construcción de pasos peatonales, que dañarían la estética y que aparte nadie los usaría, según dice.

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Puntualiza que los retornos deberían ser cada 1,5 kilómetros.

Consultado sobre la propuesta de este ciudadano, que no ha sido planteada a las autoridades competentes, el exdirector ejecutivo de la CTE Jaime Velásquez considera que, en efecto, permitiría aliviar el flujo vehicular, pero con la construcción de pasos peatonales.

Velásquez indica que adicionalmente los parterres deberían tener protección para que el riesgo sea menor en caso de una colisión vehicular en los carriles de la avenida.

El exfuncionario añade que para confirmar la factibilidad de la propuesta se requiere un estudio en el que se realice un conteo de los automotores por minuto.

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Velásquez asegura que si se quitan semáforos la fluidez vehicular será continua. “Por más programados que estén pueden sufrir desequilibrios y eso afecta al tránsito en la avenida”, sostiene. Sin embargo, insiste en que es necesario implementar pasos elevados peatonales. “Son una técnica más segura que los semáforos”.

El lunes 25 de agosto, durante la inauguración de una nueva oficina de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en el km 11 de la vía a La Aurora, el jefe del Cuerpo de Vigilancia de la entidad de control, Luis Lalama, señaló que se han determinado los puntos más conflictivos para la circulación vehicular de las dos avenidas.

Las zonas de mayor problema para la movilidad son los puntos que están cerca de centros comerciales y de instituciones educativas. En la avenida Samborondón, que tiene una extensión de alrededor de 10 kilómetros: Las urbanizaciones La Puntilla (km 1), Villa Nueva (km 1) Isla Sol (km 7) y Ciudad Celeste (km 9,5), el centro comercial Riocentro Entre Ríos (km 1,5), el Instituto Particular Abdón Calderón (km 1,5) y el Liceo Panamericano (km 3,5).

Mientras, en la avenida León Febres-Cordero, el tráfico es mayor a la altura del Parque de la Paz y de las urbanizaciones La Joya (km 14) y Villa Club (km 12), y del centro comercial El Dorado.

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Carriles de lado y lado tiene la avenida Samborondón.

Todos los días que voy a dejar a mis hijas al colegio y cuando voy al trabajo veo el caos vehicular, se necesita un cambio”.Aldo Faidutti Residente de la urbanización Castelago