Una melodía interrumpe la charla. Suena el himno de Barcelona y de su bolsillo izquierdo el empresario Isidro Romero Carbo saca su BlackBerry para contestar la llamada. Pasa casi un minuto, cuelga y dice: “No te extrañe, que esto es lo menos que puedo hacer, tener la canción del ídolo del Ecuador”.

El hombre es un ícono viviente para la hinchada de la conocida Sur Oscura. Fue el creador del estadio Monumental, que abrió sus puertas el 28 de mayo de 1988, y su nombre fue usado para bautizarlo, aunque 20 años después, en la presidencia de Eduardo Maruri, se lo cambiara por Banco Pichincha.

Pero eso no le resta los méritos. Isidro Romero, como él mismo lo reconoce, marcó un precedente en la historia del club canario. “Sí, dicen que hay un antes y un después de mí. Recuerdo cuando asumí la presidencia de Barcelona y los jugadores llegaban en bicicleta y pisando lodo, y cuando me fui iban a los entrenamientos en BMW y sus hijos estudiaban en las mejores escuelas”, afirma.

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Pero la dirigencia deportiva fue solo una de sus facetas. Incursionó en la política como diputado en 1998 y por su mente rondaba la pretensión de ser presidente de la República, no obstante, prefirió la vida empresarial y así creó, años después, centros comerciales como Mall del Sur y el del Sol (el último con el grupo Nobis), además de ser parte de la erección de Citymall. De hecho, entre los planes de este año está invertir $ 3 millones para remodelar el Mall del Sur, en el segundo semestre.

Y, como una primicia, anuncia que para el 2015 prevé construir en la av. José Rodríguez Bonín, suroeste, el primer gran centro comercial ecológico de Guayaquil. “Será para el pueblo, porque yo me dedico a hacer para el bien de la clase media-baja, no para los ricos solamente”, sostiene este hombre de 71 años, nacido en Riobamba y padre de tres hijos que le han dado, hasta ahora, doce nietos.

No obstante, él no ha estado alejado de la polémica. Recientemente por uno de sus trabajos, el plan habitacional SamboCity, ha recibido quejas originadas por el atraso en la entrega de las viviendas. Años atrás, en su segundo y último periodo en Barcelona, también se lo reprochó porque manejaba el equipo desde España, donde reside, pues al país viene con frecuencia, pero en estancias cortas.

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El sector de la construcción lo ha llevado a codearse con políticos tanto de derecha como de izquierda. Gracias a su proyecto de casas populares inauguró casas junto al alcalde Jaime Nebot y, años después, con María de los Ángeles Duarte, cuando fue titular del Miduvi.

Para él, todos los políticos son sus amigos, con quienes es frontal y se lleva bien. “Hay cosas muy buenas que ha hecho este Gobierno y otras que no me agradan. Lo que sí debemos es mejorar nuestra imagen a nivel internacional, y eso siempre se lo digo al presidente”, dice.

Yo nunca he hablado de mi fortuna ni me interesa. El dinero es importante, pero no lo es todo en esta vida. Yo trabajo simplemente por la emoción de crear y nunca me retiraré. Hasta el día que me entierren algo tendré que crear”.Isidro Romero, empresario