“Aquí están escritos los nombres y se ven las figuras de quienes lideraron la independencia de Guayaquil… José Joaquín de Olmedo, José de Antepara, José de Villamil, León de Febres Cordero…”, narra Exneyder Peña Torres, de 11 años, mientras muestra con las manos, y para el video que graba su padre, un área del monumento a la Columna a los Próceres del 9 de Octubre de 1820, que está en el parque Centenario, espacio que en sus inicios fue conocido como la plaza del Centenario, pues se la construyó e inauguró a los 100 años de esta gesta libertadora para que quede perennizado aquel suceso histórico que liberó a Guayaquil del dominio de la corona española.
Exneyder estaba con sus padres, Maryoli Torres, de 32 años, y Exner Peña, de 28 años, el miércoles 6 de octubre realizando un video para una tarea escolar, donde exponía la importancia del parque, de las esculturas que tenía y de los nombres de los guerreros que lucharon por la ansiada libertad.
Los tres, padres e hijo, son venezolanos, pero llevan residiendo en Guayaquil cuatro años, tiempo en el que han aprendido de la historia local y nacional, y que les ha servido para conocer en detalle procesos legendarios como el del 9 de Octubre de 1820.
Publicidad
Aquella tarde del 6 de octubre de este 2021, una joven con su madre aprovechan también el paso por el parque Centenario para tomarse una foto. Eran las 17:10. “Estamos próximos a la fecha que nos dio la libertad y qué mejor que tener una foto actualizada en el monumento de los próceres”, dice Arlina Cevallos, de 28 años, quien tras tomarse la selfie guarda presurosa su celular y mira a todos lados para asegurarse de que otras personas no vean en qué bolsillo lo esconde, pues siente “temor por la inseguridad, más en este parque donde hay tanta gente viendo a quién puede engañar y robar”, dice.
Jubilados, desempleados, enamorados, amigos, vendedores ambulantes, adultos mayores, predicadores de fe o de la palabra de Dios, gente que pide dinero, gente que también se droga, gente que se orina en sus árboles o detrás de las esculturas, y ciudadanos de diversos sectores de Guayaquil se dan cita en el parque Centenario, cuya aurora gloriosa sigue firme y en lo alto pese a los problemas que se presentan en sus alrededores.
Ahí, en este Centenario, ícono de la libertad en Guayaquil, ellos se encuentran o se reúnen para hablar de diversos temas, desde los políticos y económicos que afectan al país y a Guayaquil hasta los más triviales o sentimentales como quién “pone primero los cachos (es infiel): el hombre o la mujer” o “por qué el mundo ahora está al revés”.
Publicidad
Las pláticas se extienden y a momentos se vuelven acaloradas. Unos optan por abandonar las conversaciones, mientras otros prefieren callar. Y a su vez, por altoparlante, se escucha a un adulto mayor: “Alaba a Dios, ven a conocer su voluntad… Ayúdame, Dios, a comprender”, dice y prosigue aquel hombre con Biblia en mano. Antes de él, otro hombre ya había expuesto las promesas de Dios y los pecados que cometen en la tierra los hombres.
A las 17:30, el olor a cigarrillo inunda el ambiente en una de las zonas de las bancas del Centenario, muy cerca de la Columna a los Próceres y que da hacia la puerta de Víctor Manuel Rendón, que sigue cerrada desde el 2018, al igual que la de la calle José Vélez, por la inseguridad como se dijo en su momento, en tiempo de la administración de Jaime Nebot y que se repite ahora en la gestión de Cynthia Viteri. Y no solo cigarrillo consumen en el lugar. También drogas. Y lo hacen hombres y mujeres, en especial, los más jóvenes. Así se evidencia y cuentan quienes frecuentan o visitan este lugar, el ícono de la libertad guayaquileña.
Publicidad
Dos guardias que están, la tarde del 6 de octubre, dentro del parque caminan de un lado a otro, pero aquello no intimida a quienes le dan mal uso al parque.
El Centenario sigue siendo el espacio en el que todos los años, y en especial, cada 9 de octubre, se rinden homenajes a los héroes y a todos los que participaron en la gesta libertadora de hace 201 años. Aquí se colocan ramos de flores, se dan discursos, ofrecimientos, se hacen promesas y se recuerdan los hechos que rompieron las cadenas que ataban a Guayaquil.
No obstante, en sus alrededores hay temor por la inseguridad, por la oscuridad que afecta incluso a los quioscos (que venden comida) que están a lo largo de la calle Pedro Moncayo y que en sus inicios se los habilitó para que el lugar recuperara su estatus de turístico.
Quienes alquilan estos espacios cuentan que cierran sus puertas temprano, antes de las 19:00, por la oscuridad y por el miedo que les dan quienes antes de esa hora se apuestan en el ingreso al Centenario por la calle Pedro Moncayo. “Ya se ha dicho, ya se ha denunciado esto. Aquí ni la gente puede venir a comer con tranquilidad porque enseguida se acercan a pedirles dinero y se ponen bravos si no les dan”, dice una de las vendedoras de los quioscos. “Hay también bastante prostitución, las lámparas están quemadas; las drogas, los cigarrillos de contrabando que circulan por aquí…”, enlista entre los problemas otra de las trabajadoras.
Publicidad
Este Diario consultó la mañana del jueves 7 de octubre, vía correo electrónico, a la Dirección de Prensa del Municipio, cuáles eran las acciones pensadas o los proyectos que se tenían para recuperar el parque Centenario, símbolo de la libertad en Guayaquil, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta sobre los planes previstos.
Aquel jueves contestaron: “… tomando en cuenta las gestiones que deben hacerse con las áreas correspondientes para atender el requerimiento, pongo en consideración lo que expresa la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que entre las líneas de su artículo 9 señala: ... recibir y contestar las solicitudes de acceso a la información, en el plazo perentorio de diez días, mismo que puede prorrogarse por cinco días más, por causas debidamente justificadas e informadas al peticionario”.
La plaza del Centenario fue inaugurada el 9 de Octubre de 1920 por el presidente José Luis Tamayo. Se la concluyó por completo en 1937, cuando se colocaron las últimas estatuas alegóricas del lado de la calle Víctor Manuel Rendón. Hay 21 estatuas o figuras en las cuatro entradas del parque, adicional al icónico monumento a los próceres, columna que se resolvió levantar en julio de 1891 en la intersección de la avenida 9 de Octubre y 6 de Marzo. Y la plaza, ahora llamado parque, se lo pensó desde 1821, un año después de la gesta histórica, según recogen documentos e historiadores.
Nuevo monumento y plaza por el bicentenario estará lista en abril del 2022
Ahora, un nuevo espacio se alista en honor al bicentenario de la independencia de Guayaquil, que tendrá tres conjuntos escultóricos (con 20 esculturas de bronce en tamaño real) y que incluirá un espacio o parque que unirá a una zona del malecón Simón Bolívar con el parque ubicado en la avenida Olmedo.
Este 15 de octubre se firma el contrato, que ya está adjudicado, para construir la plaza del bicentenario, que contendrá a su vez el monumento en honor al bicentenario de la independencia y las 20 esculturas (de figuras históricas para Guayaquil) en tamaño real, y en bronce, que acompañan a esta nueva obra turística, que busca ser tan y más icónica que el parque Centenario, y que se espera esté lista para abril del 2022, según sus promotores.
Esta era una de las obras estrellas, por su connotación histórica y cívica, que se iba a realizar en honor al bicentenario de la independencia de Guayaquil que fue el 9 de Octubre del 2020, pero que por la llegada inesperada de la pandemia del COVID-19 quedó postergada la obra física de la plaza como tal.
Gloria Gallardo Zavala, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo, Promoción Cívica y Relaciones Internacionales de Guayaquil, cuenta que el monumento principal, las esculturas y lo referente a esta obra que rinde tributo a la libertad guayaquileña, cuesta $ 1′400.000 y que aquello fue contratado seis meses antes de la pandemia, por eso se pudo avanzar con las figuras en bronce.
Todo esto está un 95,5 % de avance, asegura. Y solo espera la construcción de la plaza del bicentenario, que estará en el antiguo parque Olmedo, diagonal al Club de La Unión, y que conectará también a este sector con el ala sur del malecón Simón Bolívar.
A esta obra el Municipio la denomina Proyecto urbano y arquitectónico para el Bicentenario de la Independencia de Guayaquil y Llama Eterna de la Libertad. El monumento principal tiene 18 metros y medio de altura y es en bronce.
“Los tres conjuntos escultóricos rinden homenaje a las mujeres de Guayaquil independiente que junto a los próceres fueron protagonistas de la libertad, de la independencia; al pueblo de Guayaquil de 1820 que luchó también por la libertad; al pueblo de Guayaquil de 1920 que supo defender la libertad durante 100 años. Estos tres conjuntos escultóricos representan a personajes escogidos por historiadores...”, dice Gallardo. (I)