El silencio que mantenía desde de noviembre, cuando concluyó su contrato con la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), tras la eliminación del Mundial Qatar 2022 del combinado nacional, terminó la noche del jueves pasado para Gustavo Alfaro, extécnico de la Tri.

Durante una entrevista con una cadena televisiva de Argentina, el entrenador dejó entrever que tenía el deseo de continuar, pero para conversar sobre su renovación le había pedido a la Ecuafútbol que solucionaran la deuda que mantenían con él y su cuerpo técnico, pero esto no pasó.

“El 20 de diciembre me reúno con el presidente (Francisco Egas) y ahí me dice lo que me iba a pagar, lo que me debía, de cómo hacer frente. Y le respondí que pasaría las fiestas (Navidad y Año Nuevo) en Uruguay. Que iba a ir una persona para negociar conmigo, y nunca vino”, contó.

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“Llegó un punto donde me exigieron tomar una determinación, y les dije que, si no arreglaban lo que estaba atrás, no podíamos mirar para adelante. Y ahí es donde tomaron la decisión de terminar el vínculo, y después de ahí no nos atendieron más el teléfono”, agregó en conversación con TyC Sports.

Alfaro insistió en que en la Ecuafútbol no respondieron las llamadas de su representante, su abogado, por lo que tomó la decisión de elevar su demanda ante la FIFA.

“Nunca nos volvieron a atender, a hablar. Y el presidente (Egas) en el congreso ordinario de la federación dieron a conocer (el valor) de una deuda que mantienen con Alfaro y su cuerpo técnico, y luego FIFA dice que es siete veces más de lo que él había declarado”, precisó.

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“Es la primera vez que tengo que llegar a estas instancias. No me siento cómodo con esto. Aquí sentí que no me pagaron con la misma moneda que yo pagué, y no hablo de plata, sino de actitudes, de conducta, de un montón de cosas que solucioné para adentro”, añadió.

E incluso lamentó que dejó maletas y que no se las entregaron a la delegación de Argentinos Juniors, que estuvo en meses pasados en el país para jugar Copa Libertadores.

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“A mí me quedaron siete valijas que están por devolver, y la gente de Argentinos Juniors me había dado la derecha (ayuda) de traerlas a Argentina, pero no se las dieron y dicen que nos las encontraban, y uno tiene relaciones ahí adentro y que tienen la orden de que no las entreguen. Y digo: ¿para qué tanta bajeza? Se puede vivir de otra manera”, concluyó Alfaro. (D)