Omar de Felippe llegó en 2015 a Ecuador y su nombre está grabado en la historia de Emelec. No solo porque ganó el título nacional de aquella temporada, sino porque este logro significó el primer y único tricampeonato que tienen en su palmarés los millonarios.

El adiestrador, nacido en Argentina el 3 de abril de 1962, con motivo de cumplirse cuatro décadas de la guerra de Malvinas, en la que fue combatiente, en una extensa entrevista con diario La Nación, de Buenos Aires, recordó su paso por el club guayaquileño.

¿Alguna vez dirigió un equipo sin urgencias?, le preguntaron al estratega, que respondió: “(Se ríe). La verdad es que no. Pero eso es lo lindo también. Porque todos los lugares de donde te llaman lo hacen porque está pasando algo, o hay un recambio y vos tenés que estar rápido, tratar de adaptarte a los chicos. Siempre digo lo mismo: en general no me ha tocado un equipo donde haya podido armar el equipo”.

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En la conversación le insisten en que si le gustaría no pasar por los apuros, y este recordó que en su carrera tuvo, en su mayor parte, pelear por no descender.

“Es muy linda esa oportunidad, siempre hablando del nivel que uno maneja y con jugadores del ámbito local. Solo me pasó en Olimpo, desde que decidí ser entrenador. Me contrataron para salvarnos del descenso en la B nacional, porque el equipo estaba mal y tenía que sacar muchos puntos, y terminamos saliendo campeones y subiendo a la A”, expresó el DT.

Omar de Felippe (i), en la premiación del Emelec campeón. Foto: Archivo

“Fue el único equipo que pudimos armar de cero. Todo lo demás fue entrar a un club con el equipo ya armado y el torneo en juego, y adaptarte lo más rápido posible a ese grupo. Y encontrar funcionamiento y resultados. Y a veces te da el tiempo y te esperan, y a veces no te da el tiempo y no llegás”, añadió.

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Sin embargo, De Felippe se refirió a que en tres clubes no tuvo que pasar por esa situación, porque contó con planteles para “pelear arriba”.

“Para responderte la pregunta, nunca hemos tenido un equipo tanto para pelear arriba como pasó con Emelec, Quilmes o Independiente en el ascenso. Después, los clubes que me llaman son para evitar el descenso y tratar de zafar, y gracias a Dios en la mayoría hemos logrado el objetivo. Pero la realidad es que yo no me voy conforme con salvarme del descenso. Yo quiero más”, concluyó De Felippe en el diálogo con La Nación. (D)