Es un término deportivo mencionado por técnicos, preparadores físicos, médicos y jugadores, al referirse a las sesiones de preparación de clubes y selecciones antes del inicio de determinado torneo.

En la dirigencia y en el periodismo este vocablo ya es familiar y los comunicadores le prestan más interés en cada temporada a este periodo de trabajos, que por cierto conllevan mayor esfuerzo en el aspecto físico y técnico de los jugadores.

Qué mejor que entrar de lleno a los pasos positivos que se identifican en un trabajo de pretemporada, también llamado periodo genérico o preparatorio. Conozcamos tan solo los elementales.

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Enlaza a diario factores de armonía y fraternidad en el plantel convocado.

Se ahonda en trabajo de orden físico en todas sus capacidades: fuerza, potencia, resistencia, velocidad, agilidad, destreza, flexibilidad y coordinación.

Se evalúa con un test en cada sesión de entrenamiento el avance del jugador, en el que deben desaparecer las tensiones psicológicas.

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Se proyectan de dos a tres sesiones de práctica en el día, partiendo de una excelente alimentación y de suficientes horas de descanso.

Se corrigen al máximo los factores de orden técnico y los principios básicos en lo táctico.

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El trabajo de resistencia aeróbica y anaeróbica es puntualizado en cada entrenamiento, al igual que la velocidad y la fuerza-potencia.

Se da en cada práctica una interrelación en lo técnico, donde prevalece el trabajo con balón, y en la magnitud del volumen en lo físico, salvo que el DT y el PF consideren su aplicación por separado.

El deporte goza de un trato científico, razón para que la ciencia aplicada al deporte esté circunscrita a encontrar la forma deportiva precisa en los jugadores y en todo el equipo.

“El fútbol está al día en esa meta…”. (O)

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