Pese a que aclaró que no quería adelantar criterios respecto de la decisión de brindar o no asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, el presidente Rafael Correa se refirió a las acusaciones por supuestos delitos sexuales que pesan sobre aquel en Suecia.

“No es que ha violado, ha agredido..., ha abusado de alguien. Han sido relaciones mutuamente consentidas, pero en Suecia se considera violación si no se utilizó protección adecuada y no se informó que no se estaba usando esa protección... Son cosas bastante dudosas, por decir lo menos”, indicó durante su enlace radial grabado el viernes y transmitido ayer.

Por esas acusaciones, Suecia pidió a Reino Unido –donde reside Assange– que lo extraditara para juzgarlo. Para evitar esto, pidió asilo a Ecuador.

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Correa no dio la fecha en la que dará respuesta al hacker que filtró los cables diplomáticos de EE.UU., pero usó el tema para desmentir los cuestionamientos acerca de sus ataques a la libertad de expresión.

“La solicitud de asilo de Julian Assange... en la Embajada de Ecuador en Londres (es) la mejor respuesta a tanta propaganda mentirosa de que en este país se limita la libertad de expresión, cuando el emblema de la libertad de expresión sin límites, Julian Assange, pide refugio, asilo a este país”, dijo.

En otro tema, el mandatario respaldó a la gobernadora de Carchi, María Elena Villarreal, quien ha enfrentado multitudinarias protestas callejeras en su contra por el control que el Gobierno implementó en esa provincia para evitar el contrabando de gas doméstico.

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No obstante, reconoció que la medida es equivocada y argumentó que es imposible determinar cuántos miembros hay en cada familia tulcaneña y definir con exactitud cuántos cilindros necesitan, como se pretendió hacer con una matriz implementada por el mismo Gobierno. “Pudimos haber cometido errores y pedimos disculpas, y lo vamos a corregir”, dijo Correa, a la vez que arremetió en contra de dirigentes que lideraron las protestas.

También advirtió que los países de la ALBA analizan la expulsión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

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Según Correa, esa organización entregó $ 4,3 millones a fundaciones ecuatorianas, como el Grupo Faro y Fundamedios, para, según él, desestabilizar a su gobierno. Eso fue desmentido hace un año por Fundamedios en un comunicado.

Correa y su gabinete ministerial se reunieron ayer en Carondelet con el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, y su delegación para evaluar la cooperación entre ambos países.