Personalidades del mundo de la cultura y también políticos desde India a América, pasando por África, han lamentado el fallecimiento de Gabriel García Márquez, el más internacional de los escritores colombianos.

El realismo mágico del ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 viajó por las manos de lectores de todo el mundo gracias a su obra magna, Cien años de soledad (1967), una de las cimas de la literatura universal, traducida a 35 idiomas y de la que se han vendido más de 30 millones de ejemplares.

México, país donde vivió desde hace más de tres décadas, rendirá un homenaje nacional a Gabo, quien murió el pasado jueves en su casa de la Ciudad de México, a los 87 años.

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El tributo al escritor colombiano se realizará el lunes en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana. Todavía la familia no ha anunciado dónde reposarán sus cenizas, porque fue incinerado.

Una de las hermanas de García Márquez, Aída, dijo a la prensa que espera que el cuerpo del escritor sea trasladado a su país natal.

“Gabito es de Colombia, a Gabito lo tienen que traer. Es decir, yo no he tenido tiempo de pensar en eso, pero eso no es de dudarlo que tiene que venir y que nos lo van a traer”, refirió, consternada.

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Ella también reconoció que la decisión final la deberán tomar especialmente su viuda, Mercedes Barcha, y sus hijos, Gonzalo y Rodrigo.