El Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador) indica que el sector automotor tiene una participación importante en la economía del país debido a los ingresos que genera en todas las actividades económicas directas e indirectas que involucra.

La industria automotriz ha impulsado a otras industrias del sector productivo, como la siderúrgica, metalúrgica, metalmecánica, minera, petrolera, petroquímica, del plástico, vidrio, electricidad, robótica e informática, las cuales son claves para la elaboración de los vehículos.

De este modo, el sector automotor integra a diferentes actores, tanto para las firmas autopartistas proveedoras de partes y piezas, como para las ensambladoras, que son las firmas que imponen los estándares productivos de la cadena.

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Los principales productos del sector automotor exportados por Ecuador durante el 2015 fueron vehículos automóviles para transporte de mercancías (32,3% de participación), seguido por vehículos con motor de émbolo alternativo (15,9%) y neumáticos radiales para buses o camiones (13,9%).

Los principales destinos de esas exportaciones fueron Colombia (69,9% de participación), seguido por Venezuela (11,5%) y Chile (5,7%). Estos tres países suman el 87,2% de las exportaciones.

El sector automotor ecuatoriano representó durante el 2015 el 1,3% de las exportaciones no petroleras totales FOB (Free On Board) y el 0,2% en toneladas.

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Productoras principales

El sector automotor nacional está conformado por las ensambladoras Ciauto, Neohyundai, Aymesa, Omnibus, BB, las cuales producen automóviles, camionetas y todoterrenos destinados al transporte de personas y mercancías. Tales plantas de ensamblaje se localizan en Quito (60%), Ambato (20%) y Manta (20%), indica ProEcuador.

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Las empresas del subsector de autopartes están localizadas en la provincia de Pichincha, concentradas en su mayoría en la ciudad de Quito. La ubicación estratégica de las ensambladoras y de las empresas autopartistas se debe básicamente a la reducción en los costos de logística. Adicionalmente, una pequeña parte de los proveedores de autopartes está en la provincia de Tungurahua, gracias a la mano de obra calificada y de bajo costo del lugar.

Las empresas ensambladoras y productoras de autopartes han logrado reconocimiento por la calidad de sus productos; están calificadas con normas internacionales para la industria automotriz como la QS 9000 y la ISO TS 16949:2002. También aplican otras normas como la ISO 14000 sobre medioambiente y la 18000 sobre ergonomía, entre otras.

El sector necesita más fabricación nacional

Frenoseguro tiene más de 60 años importando, distribuyendo y comercializando destacadas marcas de autopartes, además de ofrecer servicio de mantenimiento para vehículos livianos y pesados. Ellos importan desde Estados Unidos, Brasil, China, Colombia y llantas Hankook desde Corea. Daniela Aguilar, gerenta de Marketing, indica que importan repuestos para frenos, suspensión, llantas, bujías, embrague, etc. Además, incentivan el consumo local con la compra de baterías, aceite, plumas limpiaparabrisas, llantas de camión y líquido de frenos.

Ella opina que el mercado automotor se encuentra en una situación complicada debido a las restricciones gubernamentales. Para mejorar, ella propone impulsar, en conjunto con las ensambladoras, la introducción de más productos nacionales y levantar las restricciones que generan incrementos de costos al consumidor.

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Pedro Burneo es el vicepresidente de Teojama Comercial (Quito), empresa con más de 50 años al servicio del transporte de carga y de pasajeros. Comenta que el 99% de sus importaciones de repuestos viene desde Japón, el 1% restante de Estados Unidos y Colombia. Importan repuestos originales de las marcas Hino y Daihatsu.

“Hay muy poca incursión de repuestos de fabricación local, que principalmente son sistemas de escape, paquetes de resortes de suspensión, vidrios, cauchos, pernos, tuercas y rodelas”, indica.

¿Cuál es la situación del mercado de repuestos de automotores?

Burneo responde: “La incorporación de las sobretasas arancelarias afecta de forma más directa a los vehículos. Se esperaba que se compense con la venta de repuestos, porque si no se podía renovar la unidad, se tendría que conservar y mantener la actual, cosa que no ocurrió, a consecuencia de la contracción económica del mercado.

Además, las restricciones para importar ciertos productos, como filtros de aceite, aire y combustible, a través de normas muy difíciles de cumplir, ha ocasionado un desabastecimiento general que afecta a los importadores formales, a los fabricantes locales y finalmente al consumidor, sin contar que esto ha fomentado el contrabando de estos productos”.

Patricio Galarza es gerente de Pgalarza (Guayaquil), distribuidor autorizado de las marcas Jac y Faw, para las cuales importan sus repuestos. Comenta que la producción nacional de repuestos abarca lo relacionado a frenos, rodamiento, sistema eléctrico, baterías, pero la mayoría de ellos se importan.

Este mercado es “muy competitivo, de costos altos producto de transporte, impuestos, tasas arancelarias, salvaguardias, IVA, etc.”.

El empresario opina que se debería promover la inversión para la creación, fortalecimiento y desarrollo de la industria local de partes y piezas automotrices en general.

Impormaviz (Cuenca) es una empresa importadora y distribuidora de repuestos de automotores para la línea de vehículos Mercedes Benz, Man y Volkswagen, todos ellos de carga pesada. Danilo Vizhñay, su directivo, dice que la producción nacional de repuestos es muy limitada. “Estimamos que el 95% de los repuestos importados no es producido en nuestro país”.

Agrega que hasta el año 2014 el mercado de repuestos de automotores se encontraba en una situación relativamente estable, las empresas de transporte pesado y de pasajeros tenían un crecimiento sostenido. “Lamentablemente, desde mediados del año 2015 se ha visto una clara disminución de frentes de trabajo y por ende una disminución en la venta de partes de recambio”.

Sus propuestas: Llegar a acuerdos de libre comercio con los mercados de automotores más importantes del mundo, eliminar trámites y documentación innecesaria para realizar procesos de importación y brindar facilidades a las empresas nacionales para importar tecnología que permita implementar plantas productoras o ensambladoras a nivel nacional, “de esta manera se crearían más fuentes de empleo, se capacitaría de mejor manera a los empleados de estas empresas y dotaríamos al país de infraestructura y tecnología de punta”.