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El conflicto israelí-palestino es de mucha complejidad y carga histórica, por no decir religiosa.
La Autoridad Palestina dijo que la votación favorable demuestra que Palestina “merece ser miembro de pleno derecho” de Naciones Unidas.
La guerra entre Israel y Hamás es la encarnación de una lucha internacional grande e importante que está sucediendo ante nuestros ojos.
Las negociaciones indirectas se reanudaron el martes en El Cairo, con la presencia de representantes israelíes y del movimiento islamista.
Israel envió tanques a Rafah el martes y capturó el cruce fronterizo con Egipto.
Se propone intercambiar rehenes israelíes por prisioneros palestinos, además de un cese al fuego y retirada de tropas israelíes del territorio palestino.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló que la propuesta queda “muy lejos de las exigencias” de su país.
Un alto cargo de Hamás indicó a la AFP que “la pelota está en el tejado” de Israel.
Las palabras de Petro llegan días después de que Colombia notificara oficialmente a Israel la ruptura de relaciones diplomáticas.
Israel y Turquía rompieron relaciones diplomáticas en octubre pasado.
Colombia había mantenido un equilibrio histórico con israelíes y árabes, hasta que la guerra en Gaza cambió el panorama.
La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto define el antisemitismo como “una cierta percepción que puede expresarse como el odio a los judíos”.
Las protestas en contra de la guerra en Gaza se han expandido esta semana en campus universitarios de Estados Unidos.
El anuncio lo realizó el presidente colombiano Gustavo Petro durante una marcha por el Día del Trabajo.
Así escalan las manifestaciones en Estados Unidos, en contra de la guerra en la Franja de Gaza.
Hamás contempla un acuerdo de tregua con un alto al fuego de 40 días para intercambiar rehenes y prisioneros, pero Israel no lo respetaría.
Los universitarios llevan días exigiendo que se desfinancie a Israel y se invierta en medidas para proteger a la población palestina.
Un bombardeo israelí acabó con la vida de siete trabajadores de la organización, por lo que suspendieron sus operaciones por un mes.
Toda la familia murió en el ataque, pero la bebé sobrevivió cinco días más.
Grupos de estudiantes montaron tiendas de campaña en los campus, para denunciar el apoyo militar estadounidense a Israel.