El ecologismo mundial está de plácemes. Está por lograr el primer suicidio asistido de una nación en aras del reverdecimiento del planeta. La Corte Constitucional (CC) ordena que se pregunte al pueblo si acuerda el desmantelamiento y chatarrización de la infraestructura petrolera del ITT, el único campo petrolero en desarrollo. La pregunta sugiere mañosamente que esta inversión aún no se realiza. Las comunidades indígenas del Yasuní protestan por no haber sino consultadas sobre el propuesto cierre de esta actividad que las beneficia.

Decisión y controles para consulta popular

No hay otro país candidato al suicidio asistido. Los países escandinavos tienen una profunda conciencia ambientalista, lo que no impide a Noruega abrirse a una inversión de $ 18 mil millones para aumentar la producción de gas y brindar seguridad energética a Europa.

Las petroleras europeas que en 2022 anunciaron que iban a invertir prioritariamente en fuentes no convencionales de energía dieron marcha atrás por considerar que el negocio petrolero es más atractivo. Shell cambió al presidente ejecutivo que el año pasado anunció que la empresa iba a dejar el petróleo. Su sucesor dice que la meta se mantiene, pero pospuesta indefinidamente.

Parar la explotación de crudo en el Yasuní ITT generaría pérdidas por $ 16.470 millones en 20 años, según Petroecuador

Joe Biden llegó a la presidencia de EE. UU. enarbolando metas ambientalistas, pero con el alza del precio del petróleo imploró a las petroleras que inviertan más: los ecologistas no han logrado frenar la producción de petróleo. EE. UU. es el primer productor mundial con 12 millones de barriles diarios.

Argentina se apresta a aumentar la producción de su campo Vaca Muerta. En EE. UU. y Argentina la inversión es en petróleo no convencional, de esquistos. ¿Permitiría la Corte Constitucional explotación petrolera de esa índole en Ecuador?

Lo que más se está omitiendo

Si el electorado se pronuncia por el sí, Ecuador perderá 55 mil barriles diarios de producción hoy y de al menos 90 mil en un futuro cercano, Petroecuador despedirá trabajadores, dejará de comprar a proveedores. Se reducirá la economía.

El Estado deberá pagar los préstamos que financiaron la infraestructura que dejará de producir e invertir en desmantelarla. Sería demandado por contratistas por incumplimiento de contrato.

La inversión de empresas petroleras y mineras se enfriará ante el antecedente...

Se perderán ventas de petróleo que generaron $ 1.200 millones en 2022. Ecuador dejará de ser neto exportador de petróleo. Las importaciones no petroleras deberán reducirse por un valor similar porque habrá menos dólares.

La inversión de empresas petroleras y mineras se enfriará ante el antecedente que la CC, que se alinea con los activistas antimineros y petroleros, pueda ordenar otra consulta para clausurar algún otro proyecto petrolero o minero en marcha.

El Estado, que vive desfinanciado, pierde $ 1.200 millones anuales que se reparten entre el presupuesto, el financiamiento de la importación de combustibles que se venden con subsidio, gobiernos locales y Petroecuador.

El problema fiscal es el más fácil de superar. Si la ciudadanía sacrifica su producción petrolera para salvar al mundo, que también acepte la eliminación del subsidio a los combustibles, para reducir el consumo excesivo y el contrabando, y mejorar el medioambiente y las finanzas públicas.

El pleno desarrollo del ITT manteniendo los altos estándares ambientales, dándole un respiro al país, se logra votando un rotundo no. (O)