Siempre será motivo de alarma lo que acontezca con el banano, por la bondad de su fruto, su llamativo cultivo y su inestable mercadeo, el mundo agrícola se preocupa por su suerte, se acongoja cuando las noticias no le son favorables, así como se emociona y alegra al saberse novedades que confirman su hegemonía. Apenaba en alto grado que las cifras de exportación se desplomaban por la reducción significativa de sus ventas, pero renació el optimismo y la fe en su brillante porvenir cuando las confiables estadísticas que difunde la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano, Acorbanec, rebelan que se ha dado una recuperación de tal magnitud que ya para agosto del 2023 se ha revertido el trajinar negativo de los años 2021 y 2022 hacia una recuperación del 7,17 %, desmintiendo presagios negativos por los problemas ocasionados directa o indirectamente por el conflicto bélico de Rusia y Ucrania, ambos destacados consumidores de la fruta ecuatoriana.

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También tranquiliza que el terrible flagelo Fusariosis R4T, que infecta a los vecinos Colombia y Perú, no haya incursionado a nuestros lares, aunque continúa el impacto que tiende a agravarse de otro mal igual de dañino conocido como moko bacteriano.

Es evidente el esfuerzo desplegado por productores y exportadores por sostener la actividad, afrontando alzas de costos frente a la indiferencia de vendedores externos al por menor, reacios a reconocerlos y se ingenian para mantener precios deprimidos.

Debemos resaltar que al ejemplo del señor Pereira se suman otros productores innovadores...

En esa línea de pensamiento, merece destacarse los resultados obtenidos por el emblemático agricultor orense don Boanerges Pereira Espinoza, histórico cultivador de la noble planta a la que ha entregado con todo fervor todas sus facultades y conocimientos que se irradian sin reserva a sus vecinos, con tanta energía que le sobra entusiasmo para intervenir en torneos donde se exponen racimos que compiten dentro de un técnico y estricto reglamento por lograr el trofeo denominado Rey Banano, corona que le ha sido asignada por 14 ocasiones. No es un inversionista de escritorio o de automóvil dirigiendo desde las carreteras interiores de las fincas, supervisa personalmente los campos, zonas de procesamiento, empaque y embalaje con una vitalidad increíble que contagia a sus agradecidos trabajadores y técnicos, con total apertura para exponer a los visitantes la razón de sus éxitos.

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En el último certamen, uno de sus ejemplares resultó ganador porque exhibió un racimo de magnífica conformación, sano y limpio, con un peso de 151 libras, cuando lo mínimo para concursar eran 100, con 18 manos comerciales, rebasando las 12 permitidas. Sus predios sembrados son un dechado de virtudes agronómicas permitiendo en ellos investigación de toda índole, estando próximo a confirmarse un producto orgánico a base de algas marinas para robustecer los plantíos, idónea recomendación para que soporten los embates de enfermedades y plagas.

Debemos resaltar que al ejemplo del señor Pereira se suman otros productores innovadores que, junto a los pequeños, han contribuido con su trabajo y capitales a mantener al Ecuador en el primer lugar de las exportaciones de la divina fruta. (O)