¿Puede haber sentimientos de injusticia mayores que aquellos que provocan ser contratados para un trabajo, que usted lo realice durante un año, que no le paguen y no le digan cuándo van a hacerlo y mientras tanto le dicen que siga trabajando porque se trata de un hospital que atiende mínimo 2.500 pacientes por mes? Y usted piensa en la tienda del barrio que ya no quiere darle crédito, en el transporte que debe pagar, en los hijos que estudian y cuyos útiles no se compran en el cincuentazo, en su pareja que le dice que haga préstamos a los chulqueros o a los narcos del barrio. Usted siente que la capa de Superman o Superwoman lo asfixia. Ya no puede, ya no sabe a quién reclamar. Y se pregunta cómo querían que esté de acuerdo con el trabajo por horas, cuándo le pagarían y quién lo respaldaría: Si hacerlo en instituciones de prestigio por su desempeño y honradez, no hay miras de solución.

Hospitales privados reclaman al Gobierno el pago por el servicio de diálisis que otorgan los centros especializados

No le sirven de mucho las palabras bíblicas que han guiado su vida: que el trabajador merece recibir su salario y que no hay que acostarse sin pagar todas las deudas.

Usted está orgulloso de la institución en que trabaja, la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, BSPI, que ha realizado 61 misiones humanitarias de cirugías gratuitas para los pacientes más pobres de todo el país con el auspicio de la Prefectura del Guayas en estos 10 años e intervenido quirúrgicamente 5.400 personas y que además sostiene el Hogar Inés Chambers (casa de acogida para niños provenientes de hogares disfuncionales que han sufrido abusos sexuales, violencia intrafamiliar y todo tipo de maltrato), donde viven 60 niños/as.

Se pregunta: ¿en caso de cierre, quien se hará cargo de todo lo que se realiza, cuando lo que se necesita es más centros de atención, no menos?

‘¿Y qué hago?, solo tomar paracetamol’, pacientes protestan por continuos cambios de directivos en HCAM del IESS, en Quito

Ha intentado comprender por qué el Gobierno debe $ 3′400.000, de los cuales 90 % corresponden al IESS, que audita todos los gastos, los aprueba y después se demora más de un año en pagar lo ya trabajado y realizado en exámenes, etc. ¿Quién puede tener ese dinero por adelantado, si no tiene fuentes de financiamiento propias porque es una entidad sin fines de lucro?

Y en su fuero interno comprende que la economía de este país quebraría sin el dinero del narcotráfico, solo ellos pueden tener dinero en grandes cantidades e inyectarlo en el flujo diario de las transacciones en el país. Para aquellos que no entran en la economía criminal es cada vez más complicado.

En la búsqueda de soluciones a corto plazo se pregunta si la incautación de bienes a los detenidos en La Roca, que en conjunto han robado millones, no podría servir rápidamente para pagar las deudas con el sistema de salud. Sabe que el FMI hará préstamos que ayudarán a sanear las arcas fiscales del Estado. Si eso se hiciera de manera transparente, si la población viera que se confiscan tantos millones y estos van a pagar las deudas en salud, en educación, sería excelente porque se comprendería mejor la magnitud del robo y también a quiénes afecta.

Sería una solución parche, pero permitiría respirar a plazo inmediato. Las soluciones de fondo deben ser planificadas con responsabilidad y eficacia.

En octubre del 2021 escribí un artículo semejante a este. Cambian los gobiernos, las realidades no. La esperanza se diluye. (O)