En enero de 2002, cinco meses después de los ataques de septiembre 11, el entonces presidente George W. Bush calificó como “eje del mal” a los regímenes de Irán, Iraq y Corea del Norte. Usó el término para gobiernos que patrocinaban el terrorismo y buscaban armas de destrucción masiva.

Hoy en día se podría usar el término para describir a la alianza entre Rusia (que invadió a Ucrania en febrero de 2022, hace dos años) y los regímenes que le proveen armas: Irán, Corea del Norte, Bielorrusia, Siria y Birmania. En el caso de China, si bien se ha abstenido en las votaciones en Naciones Unidas para condenar a Rusia, le vende chalecos antibalas, sensores de imágenes térmicas y drones.

En la resolución de Naciones Unidas sobre el tema de febrero 2023, 141 países (entre ellos el Ecuador) votaron a favor de condenar la invasión rusa a Ucrania; mientras que apenas siete votaron en contra (aparte de Rusia, estos fueron Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Mali, Nicaragua y Siria). 32 países se abstuvieron, incluyendo China, Irán, Vietnam, Bolivia, Cuba, India y Sudáfrica. De los cinco miembros originales del grupo BRICS, solo Brasil votó a favor de la resolución.

Rusia primero ocupó ilegalmente Crimea y parte del Donbas en 2014; y la invadió en febrero 2022. Ucrania ha logrado recuperar 62 % de los territorios ocupados desde 2022 (74.443 km2 de los 119.000 km2 ocupados después de febrero 2022).

Según el Ministerio de Defensa de Ucrania, Rusia ha sufrido cerca de 400.000 bajas en sus tropas, y aparte ha perdido 332 aviones, 325 helicópteros, 6.442 tanques, 7.404 drones, 25 buques de guerra y un submarino (hasta el 15 de febrero).

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), hasta enero 2024 habían muerto al menos 10.287 civiles ucranianos (aunque la cifra real podría ser más alta). Según el Ministerio de Defensa de Rusia, las tropas ucranianas han sufrido 383.000 bajas, entre muertos y heridos. Según OHCHR, la guerra ha desplazado a 10 millones de ucranianos de sus hogares, de los cuales 6,3 millones son refugiados en el exterior.

La Corte Penal Internacional ha condenado al líder ruso, Vladimir Putin, y su comisionada para Derechos de los Niños, Maria Lvova-Belova, como criminales de guerra, por la deportación ilegal de niños y la transferencia ilegal de niños de Ucrania a Rusia.

Por su parte, Irán ha patrocinado a grupos terroristas que han lanzado ataques en Israel (Hamas), Yemen (Houthis), Líbano (Hezbollah) y otros países del Medio Oriente (Siria, Iraq, Jordania). Misiles lanzados desde Irán han impactado a Pakistán, Siria e Iraq. La respuesta militar de EE. UU. y sus aliados ha sido medida, pero hay un creciente riesgo de un conflicto más directo con Irán. Venezuela amenaza a Guyana, y China amenaza a Taiwán.

El Ecuador se ha convertido en una víctima colateral de Rusia. El presidente Noboa acordó entregar armamento vetusto soviético a EE. UU. a cambio de $ 200 millones en nuevo armamento estadounidense para librar el “conflicto armado interno” contra los grupos de delincuencia organizada.

Como retaliación por violar acuerdos firmados con la inexistente Unión Soviética, Rusia “encontró” violaciones fitosanitarias en las exportaciones de banano de 5 empresas y exportaciones de claveles. Si bien el Ecuador ha votado a favor de las condenas a Rusia por su agresión y crímenes de guerra en Ucrania, seguía manteniendo relaciones comerciales con Rusia. Con este chantaje se deben promover las exportaciones a países aliados como los de la Unión Europea, EE. UU., Canadá, etc.; y la Asamblea aprobar los tratados comerciales con Corea del Sur y Costa Rica (se aprobó el acuerdo con China). También se debería impulsar un acuerdo comercial con nuestro principal socio, EE. UU. (O)