Las sanciones rusas a cinco exportadoras ecuatorianas de banano a raíz de la anunciada donación del Gobierno nacional a los Estados Unidos de “equipos militares rusos en desuso” revela un grave desencuentro entre la geopolítica y la política comercial del Gobierno. Sus esfuerzos por combatir la inseguridad restarían exportaciones, afectando ingresos y poniendo en riesgo muchos empleos. ¿Qué lo ha causado? ¿Cómo evitarlo? ¿Podemos compaginar las agendas de integración política y comercial para resolver la inseguridad que sufrimos?

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La situación obliga al Gobierno nacional, como nunca, a compaginar las agendas de lo urgente (el combate de inseguridad) y lo importante (el crecimiento de las exportaciones), en un escenario de crisis fiscal sin precedentes. El corto periodo presidencial obliga al Gobierno a presentar múltiples logros tempranos, enfocado en lo urgente. Ejecutar varios planes urgentes implica vencer la crónica incomunicación en la que operan los equipos del Gobierno a cargo de las soluciones aquí referidas. En este contexto, para evitar estos “choques de trenes”, el Gobierno nacional debe reconocer, resolver y/o minimizar tres condicionantes del problema:

- En primer lugar, debe tener en cuenta que la solución de los problemas de inseguridad y de crecimiento de las exportaciones dependen de actores externos. Son problemas transnacionales cuya solución implica a actores externos que tienen su propia agenda de prioridades. El crimen organizado para el narcotráfico, lavado de activos, etc., es un problema global cuyos actores clave están fuera del Ecuador y los países llamados a ayudar a combatirlo no asumen y menos priorizan una estrategia común para lograrlo. El apoyo internacional que busca el Ecuador está condicionado por las prioridades geopolíticas de las potencias mundiales, hoy enfrentadas en múltiples campos. Cabe entonces que la comunicación hacia los tomadores de decisiones de otros países vaya más allá del pedido diplomático. Debe llegar y persuadir claramente a las estructuras de poder de aquellos, comprometer con la causa ecuatoriana a sus votantes y a sus grupos de presión. En esto hay mucho por innovar y hacer.

(...) la ausencia de prioridades nacionales compartidas entre los líderes políticos del país desgasta los esfuerzos del Ejecutivo...

- En segundo lugar, estas soluciones demandan gobernanza y coordinación entre los estamentos del gobierno a cargo de implementarlas. Desde la Presidencia o los ministros a cargo de cada tema deben operar equipos ejecutivos enfocados en sus respectivas soluciones y coordinados mediante sistemas sencillos pero eficaces de comunicación para ver venir a tiempo los posibles choques. Esto sí podría mover a la burocracia eficazmente.

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- En tercer lugar, la ausencia de prioridades nacionales compartidas entre los líderes políticos del país desgasta los esfuerzos del Poder Ejecutivo, distrayéndolo en batallas y negociaciones políticas que no aportan a las soluciones buscadas. Este hecho inhibe el alineamiento de la burocracia con los objetivos urgentes. Mas, esta carencia nació con la república y su solución requiere de ciudadanía responsable, un tema que amerita próximos espacios en esta columna. ¡Feliz inicio de Cuaresma, queridos lectores! (O)