¿Por cuáles razones la atención en la Función Judicial se resiste a mejorar?, Esta y otras preguntas debemos plantear para un eficiente funcionamiento de los juzgados, cortes provinciales, Corte Nacional, Fiscalía y otras; por cierta ineptitud y maltrato a la persona litigante que se desespera por una justicia que no existe.
Cuando ingreso una demanda, la persona de la ventanilla me pregunta: ¿qué clase de juicio es?, ¿qué cuantía tiene?, ¿el demandado vive aquí ?, y otras preguntas; por lo tanto, obligadamente, es el profesional del derecho quien debe acudir a presentarla. Después de calificar la demanda, le conceden tres días de término para que la complete porque le faltan los numerales tres, cuatro, cinco, etc. Luego va a citaciones, ahí existe una demora de meses porque la dirección no encuentran, el lugar indicado es el trabajo y no la vivienda. Luego viene la resolución y apelo ante el superior; para enviar se demora una eternidad porque se deben sacar copias certificadas. Así es la ineptitud y mala atención. Quienes están de coordinadores de juzgados son otros profesionales, menos abogados; por ello preguntan. ¿qué es término?, ¿qué es plazo?... Ahora, es imposible dialogar con el secretario y con el juez. ¿Para qué existe el Consejo de la Judicatura? No obtengo una respuesta adecuada. Tanta burocracia, tanto piponazgo, ¿qué funciones realizan tantas personas? ¡Tantos guardaespaldas acompañando a altas personas que ocupan cargos, en lujosos vehículos! Comparemos cómo era antes la Función Judicial, existía la oficina de recepción de demandas y cada día a las 09:00 sorteaban los juicios delante de los jueces civiles y penales; en cada juzgado existía a más del juez, el secretario, el oficial mayor, tres auxiliares y una persona en el archivo que atendían al momento. (O)
Néstor Patricio Guijarro Polo, juzgadoctor en Jurisprudencia, Quito