La vinculación del Ing. Glas a la instrucción de asociación ilícita contra Ricardo Rivera, hermano de su madre –y otros–, que se preocupó por él cuando su padre abandonó el hogar, luego fue su empleador, lo hizo socio y representante legal de sus empresas, hasta fines del 2006 –correspondiéndole el ingeniero a su tío, introduciéndolo en el sector público, cuando él fue llevado al Fondo de Solidaridad por el presidente Correa –en enero del 2007– lleva a recordar a ese personaje anecdótico de Quito.

La Mama Lucha fue de presencia dominante desde fines de los años cincuenta del siglo XX, su madre tenía un establecimiento en la calle Imbabura (entonces centro de Quito). Se vinculó con la Policía, comisarios e intendentes, para auxiliar a quienes llegaban por el sitio. Fue ampliando su área de influencia, para lo que no le era necesario ser abogada, cuando iba a comisarías, intendencia y juzgados, por sus protegidos, porque decía “que no sabía perder”. Hacia los años ochenta, su “prestigio” estaba extendido por el sur y el centro histórico, en la vía pública y en los mercados su protección era demandada y remunerada por pagos diarios o semanales, se valía por sí sola y por los de su entorno, para algunos por el terror que generaba; para otros, porque blindaba al protegido, influía en la política de la capital, todos sabían quién era y los riesgos de enfrentarla.

¿A conciencia amparaba a delincuentes?, ¿quién sabe?, unos la odiaban –intentaron matarla– otros la idolatraban –hace meses se publicó un reportaje en el que junto a imágenes cristianas, hay hogares que conservan la de la Mama Lucha y le colocan velas–. Si alguno de sus protegidos delinquía y lo apresaban, lo defendía hasta que podía, luego lo negaba.

¿Ordenaba robar y se beneficiaba de aquello?, nunca se le probó. La procesaron por asociación ilícita, pero ahí se quedó. Su funeral, en el 2006, impresionó, multitud, mezcla de todo, folclor, música y lágrimas.

¿No le parece, lector, que habría un parecido con recientes actores del poder político: sospecha de protección a quienes han delinquido, en un claro-oscuro, si lo hicieron por encargo, o simplemente protección, está remunerada o no?

Delincuencia “sistémica” ha calificado el fiscal. A la hora de formular cargos a investigar sobre el reciente vinculado es tímido: “facilitar” la asociación ilícita para delinquir; y, esto, se habría dado solo antes del 10 de agosto de 2014, cuando entró en vigencia el Código Orgánico Integral Penal, de penas más severas, por lo que invoca la infracción de solo el anterior Código Penal.

¿Los corruptos engañaron a los del poder entre el 2014 y el 2017?, ¿qué piensa, lector?

El carisma es del protector Rafael Correa, del miedo a la idolatría, lo que se evidencia en importantes espacios de poder como la Asamblea Nacional, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, y otros.

¿La “bestia” apocalíptica intentará el poder el 2021?
Advertencia de Lenín. Para impedirlo, se compromete a trabajar en los meses y años que deben transcurrir.

En el discurso, bien. Recordar que el tiempo conspira, no solo porque la cleptocracia –el poder de la corrupción– está esperando que se ruede la silla, sino porque las necesidades son inmediatas.

¿Qué hacer? Y no solo Lenín
Convocar a consulta popular es correcto.

Una asamblea constituyente es más compleja y entraría la singularización de candidatos, caldo de cultivo para la demagogia, por lo que debe esperar esa posibilidad.

¿Cuántas las preguntas?, se dice que serán siete, podrían ser hasta diez, pero nada más.

¿Cuáles?, las esenciales para desarmar los blindajes de los abusos de poder y de protección a los actores de la corrupción, desde la terminación de los periodos de los que han sido las marionetas para lo uno y lo otro, quienes por ética elemental deberían renunciar a sus cargos, al momento que se anuncie la consulta, hasta la invalidez de leyes con el rótulo de orgánicas, que en su esencia y naturaleza no lo son, como la de plusvalía y otras abusivas, y la inconstitucional Ley de Comunicación deben considerarse.

¿Y la transparencia?
Ni la consulta hay que esperarla para exigirla.

Lo actuado entre el fiscal Baca, el juez nacional Jurado Fabara y la Asamblea Nacional, para intentar blindar a Glas, en el trámite de la autorización para su vinculación penal, no aporta a la transparencia. El juez nacional, contra norma expresa, en cuanto a que la etapa de instrucción que debe seguir la Fiscalía es antecedente de una posible acusación fiscal, para entonces recién poder pasar a juicio –por lo tanto la instrucción no es parte de juicio– opone un supuesto razonamiento de Cabanellas, quien escribió un importante Diccionario Enciclopédico en ocho tomos, que no sería el consultado por el juez, sino una versión de Diccionario Elemental, para estudiantes, del 2003, que además no copia, porque evidenciaría que su razonamiento ahí no aparece. Para nada rigor jurídico.

Están pendientes la auditoría de la deuda, a que se ha comprometido el contralor, y la de inversión, infraestructura productiva y comercialización del petróleo que ha ofrecido Lenín. Bien hechas las auditorías destaparían más y mayores cloacas de corrupción sobre las que ya están en investigación.

¿Y las decisiones económicas?
La inversión social que ofrece Lenín –que hay que apoyarla– se complementa con decisiones económicas que generen confianza y atraigan inversiones.

Endeudarse para el gasto corriente y para proyectos innecesarios y con sobreprecios fueron perversiones de la década pasada.

De la condición del sector público de pésimo pagador hay que salir, pero en forma ordenada, no por gratificación a “facilitadores”.

De acuerdo con que hay que combatir y castigar la evasión y toda forma de fraude tributario y prevenir la elusión tributaria, lo que tiene que ir junto con la racionalidad tributaria.

¿Entre septiembre y octubre del 2017 sabremos hacia dónde vamos?, ojalá. (O)

…el tiempo conspira, no sólo porque la cleptocracia –el poder de la corrupción– está esperando que se ruede la silla, sino porque las necesidades son inmediatas”.