Unos queridos amigos, simpatizantes (como muchos) con el estilo del presidente Moreno y que además le desean éxito, me reflexionaron que cualquier sacrificio a exigir a la ciudadanía para enfrentar la crisis económica debe acompañarse de una contundente señal de la intención del mandatario de luchar contra la impunidad. Por ello, mis amigos preguntaban ¿cuál sería el potente mensaje alternativo del presidente, luego de que el CAL cerró la vía del juicio político contra el vicepresidente Glas?, a falta de los indicios de una voluntad política de luchar contra la corrupción, que sí los hay en Perú, Panamá, Colombia, Guatemala, El Salvador, Argentina y Brasil, donde ya se iniciaron procesos y ordenaron apresamientos de expresidentes, por vínculos con redes de corrupción.

También observo que a muchos les preocupa que la reciente decisión del CAL fue precedida de declaraciones del primer mandatario, que dio por desvanecidas las acusaciones contra Glas, pues ello afectó la coherencia en los dichos del presidente sobre independencia, lucha contra la corrupción y gobernabilidad. Esto ocurre en situaciones dificilísimas para la economía del país y que obligarán al mandatario a pedir comprensión por sus decisiones que repercutirán en “el buen vivir”. Moreno ya reconoció que enfrentamos una situación económica muy complicada, y anticipó que tomará medidas necesarias para cambiar su curso. Habrá un costo político por las temidas medidas, especialmente las de carácter impositivo que agravarían los niveles de subempleo, la falta de inversión privada y la fuga de capitales. No le será fácil manejar la crisis revelada, en medio de dudosas cifras de la contabilidad estatal –maquilladas, según expertos– y cuyos autores o cómplices continuarían en el gobierno. Uno que otro está acusado del grave delito de falsedad ideológica.

Estimo que el presidente tiene otra opción de peso específico, para acompañar a su paquete de medidas, que consiste en lo siguiente: 1.- Integrar un equipo de expertos independientes, nacionales y extranjeros, que audite las cuentas recibidas del presidente Correa, estableciendo el monto del gasto y la deuda pública (que superaría los US$60.000 millones) y el destino de los fondos, en los 10 años del correísmo; y, 2.- El pedido inmediato a las Naciones Unidas, para conformar una Comisión Internacional de expertos en la investigación y lucha contra la impunidad en Ecuador. Esto ya fue ofertado en campaña por el presidente Moreno, y también es coincidente con las propuestas de la asambleísta Cristina Reyes y el excandidato Dalo Bucaram. El Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas puede coadyuvar al cometido de hacer realidad una Comisión Internacional contra la Impunidad similar a la de Guatemala (Cicig), seleccionando al presidente de la Comisión y gestionando las donaciones económicas y técnicas de países del primer mundo, que redundará en la independencia del organismo.

Digámoslo claro, afrontamos una de las peores crisis en materia económica, de corrupción, impunidad y legitimidad, con grave riesgo para la gobernabilidad, la democracia y el Estado de derecho. En Guatemala reinó la impunidad generalizada en lo político y judicial, por una cadena de errores y perversiones. Una experiencia de la que debemos aprender, para revertir el flagelo de la corrupción, siempre que exista la voluntad del Ejecutivo y de los partidos políticos representados en la Asamblea. (O)