Con suma discreción ha manejado el presidente entrante los contactos para formar su equipo económico. Nombres suenan, hay especulación rampante, pero nada concreto. De ahí lo trascendente de la publicación de una foto de Lenín Moreno con un notable economista extranjero, con quien el martes 25 mantuvo “una reunión de trabajo privada” para revisar la situación económica nacional.

Se trata del exministro griego  Yanis Varoufakis, proponente de la desdolarización.

A mediados de la década, el pueblo griego, cansado de tanto ajuste económico exigido por la troika del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el FMI, votó por Syriza, el partido de un poco conocido joven y carismático político que proponía una política económica heterodoxa: Alexis Tsipras. Este nombra a Varoufakis ministro de Finanzas. Tsipras convoca a referéndum pidiendo al pueblo que lo apoye en rechazo a la política de austeridad, y recibe un espaldarazo.

Varoufakis presenta entonces su plan a Tsipras, con miras a salir del euro y regresar a una moneda propia, el dracma. El plan consistía en crear un sistema de pagos paralelo al bancario, emitiendo pagarés para que circulen como dinero: algo así como los patacones en Argentina. Una vez que los pagarés hayan llenado el vacío de la falta de euros, se los reemplazaría con moneda electrónica, “usando aplicaciones en los teléfonos inteligentes, convirtiéndose en un sistema operativo paralelo. Por supuesto estaría denominado en euros, pero con un toque se convertiría en nuevos dracmas”.

El plan de Varoufakis difiere de la desdolarización postulada por Rafael Correa, en que esta necesita que haya una fuerte reserva monetaria y confianza en la economía. El plan de Varoufakis se aplica cuando escasea la moneda, euro o dólar según el caso.

Tsipras no estuvo dispuesto a salir del euro, y prefirió negociar con la troika. Varoufakis renunció.

¿Cómo así está Varoufakis en el país? Dictó una conferencia en Quito, es de suponer financiada por el Gobierno, puesto que Varoufakis no viene barato (normalmente 50 mil euros por charla). No es la primera vez que está en Ecuador. A fines de febrero declaró para El Telégrafo que “lo siguiente para el gobierno del Ecuador debe ser establecer la soberanía monetaria”. En cristiano, desdolarizar.

Lenín Moreno tiene todo el derecho, incluso el deber, de consultar con expertos de todas las tendencias y no desaprovechar la presencia en el país de un economista de reputación mundial. Lo que cabe destacar es que sea la reunión con Varoufakis la primera que su equipo de comunicación hace pública.

¿Va a asesorar Varoufakis en la desdolarización? ¿Es eso lo que motiva el inusitado empuje oficial a la introducción de la moneda electrónica administrada por el Banco Central?

Para tranquilidad de todos en ningún caso sería algo inmediato; desdolarizar no es fácil. Varoufakis armó su plan en sigilo con cinco personas, pero estimó que implementarlo requería mil.

Grecia sufría una aguda escasez de divisas, lo que no sucede en Ecuador. Pero si no hay ajuste, seguimos con endeudamiento agresivo, y se difunde el uso de dinero electrónico, esto puede darse más adelante.

Las dudas sobre el compromiso del nuevo gobierno con la dolarización han echado raíces. (O)