Al escuchar en las radios una publicidad obligada por peritos en engaño, lo que más me quedó en la memoria es que las FF.AA. no serían deliberantes sino obedientes. Me aterran esas palabras porque el jurar obediencia me salta a la razón, al sentido común, al patriotismo que lo tenemos en lo profundo de nuestros huesos. ¿Obedientes hasta qué límite?, ¿hasta el infinito, el más allá?

Ser deliberante es un derecho que la Constitución manifiesta (artículos 158 y 159) y me saltan interrogantes: ¿cómo pueden proteger los derechos ante tiranías si no deliberan?, ¿deliberar no es tomar decisiones para defender a los pueblos? Cuando se está en sistemas perfectos tipo cielo, ahí no se necesitará deliberar porque fuerzas malignas no gobernarán. Si por decir que no son deliberantes, ante sus ojos ven que empiezan a golpear a mujeres, a dar toletazos con infiltrados, a sacar boletas de allanamientos sin razón jurídica, a permitir que jóvenes consuman drogas, que la administración de la economía es un fracaso y con publicidad engañen a pueblos creando países de fantasías; o conocen que por corrupción se llevan el dinero del esfuerzo del poder civil...; viendo tantas atrocidades que suceden en sus narices, ¿pueden aún así no ser deliberantes? (O)

Pedro Palacios Flores, ingeniero comercial, Guayaquil