En estos días escuchamos propuestas de precandidatos presidenciables sobre el tema de esta carta. Propongo estos puntos, como ideas a desarrollar, ampliar y corregir:
1. Reducción del tamaño del Estado.
2. Controles, en vez de regulaciones excesivas que existen actualmente; formulario único para todos los efectos administrativos públicos, con variantes por fines y entidades.
3. Campo de acción amplio para los emprendimientos y la empresa privada micro, pequeña, mediana y grande; lo que redunda en aumento del empleo productivo; regular a los informales.
4. Reducir el IVA al 8% para generar más movimiento económico, lo cual redundará en mayor recaudación fiscal por otros impuestos generados por el consumidor.
5. Reducción del impuesto a la renta con una tarifa única del 15% para compañías y 10% para personas naturales, sin deducciones.
6. Eliminación de las sobretasas arancelarias y salvaguardas para así aliviar las importaciones de bienes de capital y de consumo.
7. Eliminación del impuesto a la salida de divisas.
8. Exoneración de impuestos por diez años a personas o empresas que inviertan en comercio, industrias, agricultura, inmobiliarias, construcciones y turismo en las áreas afectadas por el terremoto.
9. Igual exoneración para nuevas inversiones privadas nacionales o extranjeras, en todas las ramas y en cualquier región.
10. Flexibilización, sin precarización laboral, permitiendo contrataciones temporales y ocasionales. Aumento del salario básico unificado a $ 600; eliminación de las remuneraciones adicionales. Esto significará más liquidez para la gente que a su vez pagará menos impuestos y tendrán un mejor nivel económico. Estrictez con el cumplimiento de la seguridad social.
11. Total incentivo mediante la rebaja de impuestos y facilitación a las exportaciones tradicionales y no tradicionales.
12. Igual incentivo a la producción para el consumo interno de banano, cacao, café, avícola, pecuaria, de lechería, acuacultura, agrícola en general, minería e industrias agropecuarias.
13. Venta o arriendo a largo plazo de las empresas estatales (TV, diarios, estaciones radiofónicas, aerolínea) a precios competitivos.
14. Concesión a largo plazo de construcción y mantenimiento de carreteras, autopistas, caminos, puentes y obras públicas en general.
15. Concesión en esas mismas condiciones de termo e hidroeléctricas y telefonía.
16. Estricto control y mejoramiento del sistema de contratación de obras públicas, adquisiciones y concesiones, para evitar los consabidos sobreprecios y comisiones ilegales.
17. Venta y/o arriendo de inmuebles del Estado.
18. Reformas constitucionales y legales para permitir la inversión nacional y extranjera en los sectores estratégicos de la economía.
19. Sincerar la economía gradualmente para evitar los shocks en detrimento de la población. Al bajar las sobretasas, salvaguardias y el impuesto a la salida de divisas se logrará una disminución de los precios de bienes importados, favoreciendo así a la población en general.
20. Reducir a doce o máximo catorce el número de ministerios. Eliminar instituciones superfluas.
Todo esto requiere de una férrea y verdadera unidad electoral; de captar las funciones Legislativa y Ejecutiva; y una función Judicial eminentemente independiente. Y así no solo permitir, sino además garantizar una real democracia representativa que asegure y afiance los derechos inalienables de los ciudadanos, actualmente venidos a menos. (O)
Ramón Jiménez Carbo, abogado, Guayaquil