En los últimos años hemos escuchado ideas, propuestas, planteamientos y declaraciones inyectando esperanzadores anhelos de transformación agraria; pero no hay logros importantes porque el diseño de desarrollo no es lo suficientemente inclusivo para que el campesino pueda escapar de la pobreza y la falta de futuro.

Como la agricultura brinda un aporte fundamental en lo económico, hay muchas interpretaciones interesadas y adversas que interrumpen el logro de la calidad y la excelencia agrícola como la gran transformación que reclama el país.

Se impone un cambio de rumbo para superar los problemas que solo han provocado desigualdades e inequidades en oprimidos que ahora habitan en las ciudades más grandes del país.

Esta realidad se ve reflejada en el deterioro de este sector estratégico, puesto que se restringe la oportunidad para nuevas plazas de trabajo al afectar las actividades productivas, de consumo y de comercio exterior que generan riqueza.

El problema agrario exige que se cumplan las expectativas de la población campesina para hacer fluir la cantidad de recursos que tiene el Estado en favor del agro con propuestas claras respaldadas por los agricultores, como un buen presagio para mejorar las condiciones de vida: elaboración de planes con expertos nacionales para con sus conocimientos y experiencias; crear estrategias reales y mitigar el ambiente de incertidumbre; encontrar solución al problema de mayor transcendencia, el minifundio; determinar la superficie de las parcelas mínimas rentables para cada cultivo; utilizar la tierra de acuerdo al mapa agrario y asegurar inversiones; aumentar el presupuesto para atender el agro y hacer investigaciones agrícola; garantías y apoyo suficiente y oportuno en cuanto a transferencia de tecnologías, créditos y comercialización.

Las mujeres pueden participar más en la fuerza laboral agrícola a través de capacitaciones, de incentivos; crear proyectos puntuales en alimentos básicos, con el compromiso de precios bajos para el mercado local.(O)

Fulton Quintana Cabrera,
Ingeniero agrónomo, Guayaquil