Un reciente estudio sobre las cooperativas de ahorro y crédito (COAC) y la inclusión financiera realizado por Cooperativas de las Américas (ACI) indica un escenario de desaceleración del crecimiento económico para América Latina y Ecuador, así como la coexistencia de tasas de interés fijas y control de precios de los servicios financieros, que podría resultar en una coyuntura menos favorable para el desarrollo de las actividades del sector financiero y del sector cooperativo de ahorro y crédito (COAC).
El mencionado estudio toma de referencia parámetros internacionales para medir el acceso y uso de las personas al crédito, productos y servicios financieros. Usa la encuesta de Financial Acess Services (FAS) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y se refiere particularmente a tres grupos de indicadores: (I) infraestructura, (II) acceso y (III) uso. En resumen, en el estudio se observa que en el país las instituciones financieras (IFI) y las COAC han realizado, según datos al 2013 del FAS, un importante esfuerzo para favorecer que los individuos tengan facilidad de reducir sus costos y tiempos para acceder a una sucursal de una IFI o COAC, cajero automático, efectuar pagos de servicios desde la comodidad del hogar, etcétera, y por esta vía directa mejorar sus ingresos. Mas, cuando se compara al país con otros a nivel regional y mundial, existen varios indicadores en los cuales nos encontramos por debajo de algunos de los países andinos, del promedio de países de ingreso medio bajo, medio alto, alto y del promedio de Latinoamérica, como es el caso de (I) cobertura demográfica de bancos comerciales y/o las COAC con número de sucursales y cajeros automáticos (ATM) por 100 mil adultos; (II) acceso medido con número de sucursales y cajeros automáticos (ATM) de bancos comerciales y/o las COAC por 1.000 kilómetros cuadrados; (III) uso medido vía cuentas de ahorro por cada 1.000 adultos. Vale decir que en algunos de estos indicadores las COAC comparadas con sus similares de América Latina obtienen el liderazgo, como en el caso de sucursales de las COAC por 1.000 kilómetros cuadrados y cuentas de depósitos por 1.000 adultos.
A pesar de los esfuerzos realizados por las IFI y las COAC para facilitar que las personas tengan calidad, variedad y cercanía a los productos y servicios financieros, así como el crédito sano –evitando el sobreendeudamiento del individuo que ocasiona posteriormente el no pago y demás efectos colaterales–, surge necesario desde la política pública ampliar y profundizar acciones que promuevan estos esfuerzos, particularmente dirigidos a los grupos de menores ingresos y a las microempresas, para incentivar el empleo y crecimiento. Considerando visiones de estudiosos como Liliana Rojas 2006, quien señala que a pesar de las buenas intenciones del “establecimiento de topes tasas máximas de interés a los créditos o precios de servicios financieros”, se ha demostrado que entre menos refleje la regulación el comportamiento de los actores del mercado, los efectos pueden ser más contraproducentes para el acceso al crédito y demás servicios financieros por parte de las personas y de los sectores de ingresos bajos y de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). (O)
Un escenario de desaceleración del crecimiento económico para América Latina y Ecuador, así como la coexistencia de tasas de interés fijas y control de precios de los servicios financieros, podría resultar en una coyuntura menos favorable para el desarrollo de las actividades del sector financiero y del sector cooperativo de ahorro y crédito.