Ante la caída del precio del petróleo, 30 dólares por barril desde junio, el Ecuador, Venezuela y Libia, miembros de la OPEP, pidieron en una sola voz a la organización que reduzca la producción. Se suma Irán.

Los doce miembros se reúnen el jueves 27 en Viena. Ante la expectativa de que la OPEP tome medidas correctivas, el viernes 21 el mercado recuperó $ 2 por barril, a unos $ 67,8 para la mezcla de crudos ecuatorianos.

La OPEP está impotente. Los que piden que la OPEP baje la producción miran a Arabia Saudita. Arabia dirá: “¿Cuánto ponen ustedes?”. Y todos se mirarán las caras, puesto que buscan que Arabia Saudita asuma toda la reducción. Algo que los sauditas rehúsan hacer.

A los países del Golfo Pérsico, que pretenden vivir indefinidamente del petróleo, también les afecta la caída del precio, pero más les preocupa el auge de la producción de petróleo de esquistos, que está en proceso de convertir a Estados Unidos –el mayor importador de crudo– en un país autosuficiente.

Tarde o temprano la tecnología se extenderá a otros países del mundo, entre ellos Argentina, con grandes yacimientos en la Patagonia, y China, el mayor importador mundial.

A los sauditas les beneficiaría una drástica caída momentánea para frenar a la industria petrolera de esquistos, seguida de una modesta recuperación y estabilización a un precio del WTI no mucho mayor a $ 80, que viene a dar unos $ 70 para el crudo ecuatoriano.

Para salvar apariencias la OPEP podría hacer un gesto simbólico. Anunciar una reducción de 500 mil barriles diarios, lo que impulsaría el precio al alza, que sería de corta duración si la oferta no se cumple.

Para comprometerse a esta reducción Arabia Saudita requeriría que Rusia, su gran competidora por el mercado chino, también baje la producción. Venezuela está llevando a los rusos a Viena para sumarla al acuerdo. Pero Rusia no tiene las instalaciones para almacenar crudo y según ellos, si cierran un pozo, se les congela.

El precio actual contribuye a la recuperación económica mundial. Para Estados Unidos y Europa, otro beneficio es que afecta a la economía rusa, repotenciando el efecto de las sanciones adoptadas en retaliación por el conflicto en Ucrania. También a Irán le pesan más las sanciones impuestas por su programa de armas atómicas.

La Proforma Presupuestaria se elaboró considerando un precio de $ 79,7 para el crudo nacional en 2015. Si se mantiene el precio actual, como el Ecuador exporta (en números gruesos) 100 millones de barriles de petróleo al año neto de importaciones, son 1,2 mil millones de dólares menos de exportaciones de lo previsto, con el consecuente impacto sobre las finanzas públicas.

Con 2014 la diferencia es $ 19, o sea $1.900 millones menos de exportaciones.

El precio de la proforma se lo puso meses atrás, cuando el mercado no había caído tanto, y se fundamentó en análisis optimistas de la OPEP. Pero es poco realista. La Asamblea debió bajar el precio de la proforma en unos 10 dólares, y darle la opción a Finanzas de presentar una propuesta de compensación bien sea mediante mayor endeudamiento o menor gasto.