El día 11 de octubre del presente año, el comité editorial del New York Times público un artículo titulado “Tiempo de Acabar el Embargo de Cuba”; escrito que ha generado diversos comentarios y opiniones en el ámbito internacional, pues consideran que si Barack Obama da un giro de política con respecto a Cuba, esto podría representar un gran triunfo para su gobierno.

Inclusive el expresidente Fidel Castro señaló que “el artículo del NY Times está escrito... con gran habilidad, buscando el mayor beneficio para la política norteamericana en la compleja situación, cuando los problemas políticos, económicos, financieros y comerciales se acrecientan”.

En mi columna del 25 de junio de 2014 expuse cómo, desde el año 2011, se han implementado reformas económicas en Cuba a fin de impulsar el comercio y el sector privado dentro del sistema económico “aislado” que prevalece en el país insular. A mi criterio los cambios propuestos no han tenido éxito por falta de libertades políticas y civiles, y esto tiene una clara explicación: no se pueden hacer verdaderas transformaciones si no existe una comprensión integral de un proceso de reforma, que debería incluir cambios sustanciales tanto en lo económico como en lo político, caso contrario sería como ver a una persona que siempre va a cojear por haber sido curada de una pierna y no de la otra.

Para Cuba, un cambio de política abriría un mayor intercambio con el mundo exterior, permitiendo el cumplimiento de los pactos internacionales de derechos económicos, sociales y culturales y del referente a los Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, recientemente firmados por la isla. Facultaría, además, a la enmienda de normas locales referentes al comercio a fin de gozar efectivamente de las nuevas relaciones bilaterales con su vecino del norte.

Por el lado de los Estados Unidos, es claro que hay un cambio en la opinión pública norteamericana que favorece a una relación de mayor envolvimiento y apertura hacia Cuba, seguramente por la importante presencia latina en dicho país. Influyentes políticos, republicanos y demócratas, son partidarios de levantar el embargo, dando así carta abierta a Obama de dejar un valioso legado en su gestión.

En el contexto político, el presidente Obama ya tomó pasos significativos para con los cubanos, como lo son los programas de viajes familiares y envío de remesas. Ha dejado claro que la política estadounidense de los últimos 50 años no ha apoyado a que el pueblo cubano tenga el derecho de determinar su propio destino, sino que se han hundido en el pasado.

Pero el presidente no lo tiene tan fácil. Las sanciones económicas a Cuba forman parte de la ley estadounidense y para levantarlas se requiere la actuación del Congreso. Obama ha requerido mucho tiempo para encontrar mayoría en la Cámara de Representantes y de al menos 60 senadores que estén a su favor en otros asuntos previos, entonces hay límites a lo que puede hacer. ¿Es el momento para que Obama siga buscando políticas que apoyen o avancen en la iniciativa de levantar el embargo?

Es indiscutible que nos encontramos en una situación en la cual parece que hay interés de ambas partes de llegar a un acuerdo y eso es bueno para la región. Tal vez una buena instancia para negociar y tener conversaciones podría ser la Cumbre de las Américas, que será en Panamá en el año 2015.

No se pueden hacer verdaderas transformaciones si no existe una comprensión integral de un proceso de reforma, que debería incluir cambios sustanciales tanto en lo económico como en lo político.