Túnez administró este domingo la cifra récord diaria de 600.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus durante la segunda jornada de la campaña de vacunación masiva destinada a los ciudadanos entre 18 y 39 años y realizada en 400 centros distribuidos en todo el territorio, informó el ministerio de Sanidad en un comunicado de prensa.

En una primera jornada celebrada una semana antes y abierta para los mayores de 40 años, el país vacunó a cerca de 550.000 personas después de que el país recibiera en el último mes más de seis millones de vacunas en donaciones procedentes de una decena de estados como respuesta a la llamada de ayuda humanitaria lanzada por el Gobierno ante el colapso de su sistema sanitario.

El ministerio de Sanidad aspira a vacunar al 50 % de los 12 millones de tunecinos antes de mediados del mes de octubre. Según su último informe oficial, el país prosigue con una tendencia a la baja en contagios, que acumula ya los 622.000 casos, mientras mantiene estable el número de fallecimientos- un centenar diarios- hasta alcanzar las 21.745 víctimas.

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Tras el arranque de la campaña de vacunación a mediados de marzo, se han administrado cuatro millones de dosis mientras que cerca de 1,4 millones de ciudadanos tienen la pauta completa. Pese a las acciones de sensibilización, poco más de cinco millones de ciudadanos se han inscrito en la plataforma digital EVAX para ser vacunados de manera voluntaria y gratuita.

A finales de julio el presidente de la República, Kais Said, destituyó al ministro de Sanidad interino, Mohamed Trabelsi, que apenas ocupó el cargo durante dos semanas y que fue sustituido por el coronel mayor, Ali Mrabet, convertido en el sexto responsable del departamento desde el comienzo de la crisis sanitaria.

Tras superar el pico de esta cuarta ola, acelerada tras la aparición de la variante “Delta”, el mandatario decidió aligerar las restricciones como el toque de queda, impuesto desde las 22.00 hora local hasta las 05.00 de la mañana, y la apertura de la hostelería hasta las 19 horas locales.

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Además se mantiene la prohibición de todo tipo de manifestaciones y reuniones familiares, tanto en espacios abiertos como cerrados, y los viajeros deberán presentar un test PCR negativo realizado 72 horas antes, además de respetar una semana de cuarentena domiciliaria de siete días.

El pasado 25 de julio, Said decretó el estado de excepción y se hizo con todos los poderes ejecutivos “para salvar la paz social”; decisión que el partido Ennahda, la principal fuerza parlamentaria, califica de “golpe de Estado” mientras que otras formación lo consideran una “corrección” de proceso de transición.

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Desde entonces, el jefe del Estado transfirió la gestión de la crisis sanitaria a la Sanidad militar y él es el encargado de anunciar por decreto las nuevas restricciones sanitarias.