Este lunes los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados decidieron que seguirán con su estrategia de aumento moderado de la producción para el mes de noviembre, ignorando los llamados a abrir más el grifo.

“Teniendo en cuenta los fundamentos actuales del mercado petrolero (...), la OPEP+ confirmó el ajuste al alza de la producción global mensual de 400.000 barriles por día para el mes de noviembre”, anunció el cartel en un comunicado publicado tras su breve encuentro por videoconferencia.

Los 23 miembros de la alianza, que siguen sin extraer diariamente cerca de cinco millones de barriles de crudo, no parecen apresurarse en volver a colocarlos en el mercado, pese al aumento de los precios.

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Los mercados, que esperaban un aumento más acentuado de la oferta de crudo, reaccionaron con fuerza tras esta decisión: las dos referencias de una parte y otra del Atlántico, el petróleo WTI de Estados Unidos -de referencia para países como Ecuador- y el Brent del mar del Norte, ganaron temporalmente más del 3% en sus cotizaciones.

Al llegar respectivamente a 78,38 dólares y 82,00 dólares, alcanzan máximos que no se veían desde noviembre de 2014 en el primer caso, y desde noviembre de 2018 en el segundo.

Muchos analistas esperaban un aumento más acentuado de la oferta de crudo, dada la subida de las cotizaciones del oro negro, muy importante estas últimas semanas, y que puede representar una amenaza inflacionaria y lastrar la recuperación de las economías del planeta, aún fragilizadas por la pandemia del COVID-19. (I)